Lo que Elena de White dice sobre otros Mundos y sus Habitantes
Otros mundos existían antes de la rebelión de Satanás
Lucifer, como querubín ungido, había sido grandemente exaltado; era muy amado de los seres celestiales y ejercía poderosa influencia sobre ellos. El gobierno de Dios no incluía solo a los habitantes del cielo sino también a los de todos los mundos que él había creado; y Satanás pensó que si podía arrastrar a los ángeles del cielo en su rebeldía, podría también arrastrar a los habitantes de los demás mundos. –CS 487
Los habitantes del cielo y de los demás mundos, no estando preparados para comprender la naturaleza ni las consecuencias del pecado, no podrían haber reconocido la justicia y misericordia de Dios en la destrucción de Satanás.–CS 489
La controversia no sería llevada a otros mundos
“La controversia no debería extenderse a otros mundos del universo, sino que debería continuar en nuestro mundo, en la misma esfera que Satanás reclamaba como propia.” (RH 9 de marzo de, 1886)
“La muerte de Cristo terminó para siempre toda la controversia en los mundos no caídos, acerca de los principios de acción de Satanás, sus métodos deshonestos y mentirosos. Satanás nunca mas podría encontrar ninguna simpatía entre ellos. Su poder y dominio, que habían desafiado la ley de Jehová, tendría fin y la paz reinaría en el cielo para siempre “(YI, 5 de Agosto, 1897)
Moral libre de los habitantes de otros mundos
“El hombre fue creado como un ser moral libre como los habitantes de todos los otros mundos debiendo estar sujeto a las mismas pruebas de obediencia.” (PP, pp. 331-332)
Mundos obedientes a las leyes de Dios
“Dios tiene mundos innumerables que son obedientes a Sus leyes, y se conducen de acuerdo con Su gloria.” (La fe por la cual vivo, p. 61)
Seres no caídos que asisten a la controversia en este mundo
“Todos los ojos en el universo no caído están dirigidon a aquellos que manifiestan ser seguidores de Cristo. En nuestro pequeño mundo se encierra una intensa guerra.” (RH, 29 de Septiembre de 1891)
“El resultado de la lucha [entre Cristo y Satanás] tenía una implicación en el futuro de todos los mundos, y cada paso que daba Cristo en el camino de la humillación fue observado por ellos con el más profundo interés” (Advent Review and Sabbath Herald, marzo de 1901)
Dios creó el plan de salvación para el beneficio de todos los mundos
“Antes de la creación del mundo fue determinado, según al relato de Dios, que el hombre debe ser creado y dotado de poder para hacer la voluntad divina. La caída del hombre, con todas sus consecuencias, no fue desconsiderada por la Omnipotencia y el plan la redención fue un pensamiento anterior, formulado antes de la caída de Adán, con un propósito eterno, fue elaborado para redimir por la gracia, no sólo a este pequeño mundo, sino para el bien de todos los mundos que Dios ha creado. ” (ST 13 de febrero de 1893)
Millones de mundos habitados
“Si todos los habitantes de este pequeño mundo se niegan a obedecer a Dios, Él no será dejado sin gloria. En un momento, él podría barrer de la faz de la tierra a todo mortal y crear una nueva raza para poblarla y glorificar su nombre. Dios no depende del hombre para ser honrado. El podría ordenar a las constelaciones de los cielos, los millones de mundos en lo alto, que elevaran un canto de honra y loor y gloria a Su nombre“. (Santificación, p. 77)
La Tierra es pequeña en comparación con otros mundos
“Cuán agradecidos debemos estar, por el hecho de que a pesar de que esta tierra es tan pequeño en comparación con los mundos creados, Dios todavía nos mira. He aquí que las naciones son consideradas por él como una gota que cae de un cubo, y como una mota de polvo en la balanza “. (RH 9 de marzo de 1886)
“Este mundo no es más que un pequeño átomo en el vasto dominio sobre el cual Dios preside.” (TM, p. 324)
“Él llevó la cruz, soporto la vergüenza y lo hizo en vista de los resultados de lo que iba a lograr en favor no sólo de los habitantes de este pequeño mundo, sino de todo el universo y todos los mundos creados por Dios.” (RH 4 de septiembre de 1900)
“[Dios] cuenta las estrellas, Él que creó los mundos -. Entre los cuales esta la tierra es sólo una mota de polvo, y apenas se nota su ausencia entre los numerosos mundos” (. En los lugares celestiales, p 40)
La diversidad en el universo forman un todo perfecto
“El universo contiene una gran obra maestra de la Sabiduría infinita de las innumerables diversidades de la gran obra de Dios, que con sus diferentes variedades, forman un todo perfecto.” (YI 19 de agosto de 1897)
El final de la obra creadora de Dios
“Dios terminó su obra creativa, pero sigue ejerciendo su poder para preservar los objetos de su creación.” (ST 20 de marzo de, 1884)
Visión dada a otros mundos de Elena de White
“El cielo es un lugar agradable. Yo anhelo estar allí y contemplar a mi hermoso Jesús que por mí dió la vida, y ser transmutada a su gloriosa imagen. ¡Oh! ¡quién me diera palabras para expresar la gloria del brillante mundo venidero! Estoy sedienta de las vivas corrientes que alegran la ciudad de nuestro Dios. El Señor me mostró en visión otros mundos. Me fueron dadas alas y un ángel me acompañó desde la ciudad a un lugar brillante y glorioso. La hierba era de un verde vivo y las aves gorjeaban un dulce canto. Los moradores de aquel lugar eran de todas estaturas; eran nobles, majestuosos y hermosos. Llevaban la manifiesta imagen de Jesús, y su semblante refulgía de santo júbilo, como expresión de la libertad y dicha que en aquel lugar disfrutaban. Pregunté a uno de ellos por qué eran mucho más bellos que los habitantes de la tierra, y me respondió: “Hemos vivido en estricta obediencia a los mandamientos de Dios, y no incurrimos en desobediencia como los habitantes de la tierra.” Después vi dos árboles, uno de los cuales se parecía mucho al árbol de vida de la ciudad. El fruto de ambos era hermoso, pero no debían comer del uno de ellos. Hubieran podido comer de los dos, pero les estaba vedado comer de uno. Entonces el ángel que me acompañaba me dijo: “Nadie ha probado aquí la fruta del árbol prohibido, y si de ella comieran, caerían.” Después me transportaron a un mundo que tenía siete lunas; donde vi al anciano Enoc, que había sido trasladado. Llevaba en su brazo derecho una esplendente palma, en cada una de cuyas hojas se leía escrita la palabra: “Victoria.” Ceñía sus sienes una brillante guirnalda blanca con hojas, en el centro de cada una de las cuales se leía: “Pureza.” Alrededor de la guirnalda había piedras preciosas de diversos colores que resplandecían más vivamente que las estrellas y, reflejando su fulgor en las letras, las magnificaban. En la parte posterior de la cabeza llevaba un moño que sujetaba la guirnalda, y en él estaba escrita la palabra: “Santidad.” Sobre la guirnalda ceñía Enoc una corona más brillante que el sol. Le pregunté si aquel era el lugar adonde lo habían transportado desde la tierra. El me respondió: “No es éste. Mi morada es la ciudad, y he venido a visitar este sitio.” Andaba por allí como si estuviese en casa. Supliqué a mi ángel acompañante que me dejara permanecer allí. No podía sufrir el pensamiento de volver a este tenebroso mundo. El ángel me dijo entonces: “Debes volver, y si eres fiel, tendrás, con los 144.000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios.”
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