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viernes, 29 de junio de 2018

¿Cuándo Serán Estas Cosas?

Los discípulos le preguntan a Cristo acerca de su regreso

Las palabras de Cristo (Mateo 24:2-3) habían sido pronunciadas a oídos de gran número de personas; pero cuando Jesús estuvo solo, Pedro, Juan, Santiago y Andrés vinieron a él mientras estaba sentado en el monte de las Olivas. “Dinos—le dijeron—, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?” EUD 31.1
En su contestación a los discípulos, Jesús no consideró por separado la destrucción de Jerusalén y el gran día de su venida. Mezcló la descripción de estos dos acontecimientos. Si hubiese revelado a sus discípulos los acontecimientos futuros como los contemplaba él, no habría podido soportar la visión. Por misericordia hacia ellos, fusionó la descripción de las dos grandes crisis, dejando a los discípulos estudiar por sí mismos el significado.—El Deseado de Todas las Gentes, 581-582 (1898). EUD 31.2

Se desconoce el tiempo del regreso de Cristo

Muchos de los que tomaron el nombre de adventistas han incurrido en el error de fijar fechas para la venida de Cristo. Lo han hecho repetidas veces, pero el resultado ha sido cada vez el fracaso. Se nos declara que el tiempo definido de la venida de nuestro Señor está fuera del alcance de los mortales. Aun los ángeles que ministran a los que han de ser herederos de la salvación no conocen ni el día ni la hora. “Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo”. Mateo 24:36.—Joyas de los Testimonios 1:506 (1879). EUD 32.1
No hemos de saber el tiempo definido ni para el derramamiento del Espíritu Santo ni para la venida de Cristo […]. ¿Por qué Dios no nos ha dado este conocimiento? Porque si lo hiciera, no haríamos un uso correcto del mismo. Como resultado de este conocimiento, existiría entre nuestro pueblo un estado de cosas que retardaría grandemente la obra de Dios de preparar a un pueblo para estar en pie en el gran día que vendrá. No debemos vivir en base a una agitación relacionada con el tiempo […]. EUD 32.2
Usted no podrá decir que él [Jesús] vendrá dentro de uno, dos o cinco años, ni tampoco tiene que postergar su venida diciendo que tal vez no ocurra por diez o veinte años.—The Review and Herald, 22 de marzo de 1892. EUD 32.3
Nos estamos acercando al gran día de Dios. Las señales se están cumpliendo. Y sin embargo, no tenemos un mensaje que nos diga el día y la hora de la aparición de Cristo. El Señor nos ha encubierto sabiamente este asunto para que siempre podamos estar en un estado de expectación y preparación para la segunda aparición de nuestro Señor Jesucristo en las nubes del cielo.—Carta 28, 1897. EUD 32.4
El tiempo exacto de la segunda venida del Hijo del hombre es un misterio de Dios.—El Deseado de Todas las Gentes, 586 (1898). EUD 32.5

Nuestro mensaje no consiste en fijar una fecha

No pertenecemos a ese grupo que define el tiempo exacto que transcurrirá antes de la segunda venida de Jesús con poder y gran gloria. Algunos han fijado una fecha, y cuando esta ha pasado, su espíritu presuntuoso no ha aceptado la reprensión, sino que han fijado otra y otra fecha. Pero muchos fracasos sucesivos los han identificado como falsos profetas.—Fundamentals of Christian Education, 335 (1895). EUD 32.6
Dios no le da a ningún hombre un mensaje de que pasarán cinco o diez o veinte años antes de que concluya la historia de esta tierra. El no quiere darle a ningún ser viviente una excusa para demorar la preparación para su venida. El espera que nadie diga, como lo hizo el siervo infiel: “Mi señor tarda en venir”, porque esto conduce a un descuido temerario de las oportunidades y privilegios para prepararnos para ese gran día.—The Review and Herald, 27 de noviembre de 1900. EUD 33.1

La fijación de fechas conduce a la incredulidad

Por haber pasado repetidas veces la fecha fijada por algunos, el mundo se encuentra en un estado de incredulidad más decidida que antes con respecto al próximo advenimiento de Cristo. El mundo considera con disgusto el fracaso de los que fijaron fechas; y porque hubo hombres que se dejaron seducir de este modo, muchos se apartan de la verdad presentada por la Palabra de Dios según la cual el fin de todas las cosas está cercano.—Joyas de los Testimonios 1:506 (1879). EUD 33.2
Entiendo que el Hno. [A. G.] Daniells ha fijado fecha, por decirlo así, declarando que el Señor vendrá dentro de cinco años. Ahora bien, espero que no se extenderá por todas partes la impresión de que somos de aquellos que fijan fechas. Que no se hagan tales comentarios. No hacen ningún bien. Que no se trate de conseguir un reavivamiento en base a ninguno de esos argumentos, sino que se use de la debida cautela en toda palabra que se expresa, para que los fanáticos no se apoderen de nada que les permita crear una excitación que entristezca al Espíritu Santo. EUD 33.3
No queremos agitar las pasiones de la gente para desatar una conmoción en la que se excitan los sentimientos y los principios pierden el control. Siento que necesitamos estar en guardia por todos lados, porque Satanás está activo para hacer todo lo posible a fin de insinuar sus estratagemas y ardides que serán un poder para hacer daño. Debe temerse cualquier cosa que suscite una conmoción, que cree una excitación sobre una base equivocada, porque la reacción seguramente vendrá.—Carta 34, 1887. EUD 33.4
Siempre habrá en la iglesia movimientos espurios y fanáticos realizados por personas que pretenden ser guiadas por Dios, por aquellos que correrán antes de ser enviados, y que establecerán fechas para el cumplimiento de profecías que aún no se han realizado. El enemigo se regocija con este proceder, porque sus repetidos fracasos y su desviación de la atención hacia puntos falsos provoca confusión e incredulidad.—Mensajes Selectos 2:96 (1897). EUD 34.1

No hay una profecía de tiempo que vaya más allá de 1844

Declaré definidamente a estas personas fanáticas, en las reuniones espirituales celebradas en Jackson, que estaban haciendo la obra del adversario de las almas; que se hallaban en tinieblas. Pretendían poseer una gran luz según la cual el tiempo de gracia terminaría en octubre de 1844. Entonces declaré en público que al Señor le había placido mostrarme que no habría una fecha definida para el mensaje dado por Dios desde 1844.—Mensajes Selectos 2:83 (1885). EUD 34.2
Nuestra posición ha sido de esperar y velar, sin que se proclame un tiempo [o fecha] que tenga lugar entre el fin de los períodos proféticos en 1844 y el momento de la venida de nuestro Señor.—Manuscript Releases 10:270 (1888). EUD 34.3
La gente no tendrá otro mensaje acerca de un tiempo definido. Después de este lapso (Apocalipsis 10:4-6), que ahora abarca desde 1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844.—Comentario Bíblico Adventista 7:982 (1900). EUD 34.4

Elena G. de White esperaba el regreso de Cristo en sus días

Se me mostró el grupo presente en la Conferencia. Dijo el ángel: “Algunos serán alimento para los gusanos, algunos sufrirán las siete últimas plagas, algunos estarán vivos y permanecerán sobre la tierra para ser trasladados en la venida de Jesús”.—Testimonies for the Church 1:131-132 (1856). EUD 34.5
Puesto que el tiempo es corto, debiéramos trabajar con diligencia y doblada energía. Nuestros hijos quizás nunca entren en la universidad.—Testimonies for the Church 3:159 (1872). EUD 35.1
No es realmente sabio tener hijos ahora. El tiempo es corto, están sobre nosotros los peligros de los últimos días, y los hijos pequeños serán mayormente arrebatados antes de esto.—Carta 48, 1876. EUD 35.2
En esta época del mundo, cuando las escenas de la historia terrenal están por clausurarse pronto, y estamos por entrar en el tiempo de angustia como nunca lo hubo, cuantos menos sean los casamientos contraídos, mejor para todos, tanto hombres como mujeres.—Joyas de los Testimonios 2:124 (1885). EUD 35.3
Vendrá la hora, no está muy lejana, y algunos de nosotros que ahora creemos, estaremos vivos sobre la tierra y veremos el cumplimiento de la predicción, y oiremos la voz del arcángel y la trompeta de Dios que resuena desde la montaña, la llanura y el mar hasta las partes más distantes de la tierra.—The Review and Herald, 31 de julio de 1888. EUD 35.4
El tiempo de prueba está precisamente delante de nosotros, pues el fuerte pregón del tercer ángel ya ha comenzado en la revelación de la justicia de Cristo, el Redentor que perdona los pecados.—Mensajes Selectos 1:425 (1892). EUD 35.5

Se explica la demora

La larga noche de lobreguez es angustiosa, pero se posterga la mañana por misericordia, porque si el Maestro viniese muchos serían encontrados sin preparación.—Testimonies for the Church 2:194 (1868). EUD 35.6
Si los adventistas, después del gran chasco de 1844, se hubieran aferrado a su fe y hubieran ido unidos en pos de la providencia de Dios que abría el camino, y si hubieran recibido el mensaje del tercer ángel y si lo hubieran proclamado al mundo con el poder del Espíritu Santo, habrían visto la salvación de Dios, el Señor hubiera obrado con poder mediante sus esfuerzos, la obra se habría terminado y Cristo habría venido para recibir a su pueblo y darle su recompensa […]. No era la voluntad de Dios que se demorara así la venida de Cristo […]. EUD 35.7
Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años.—El Evangelismo, 504-505 (1883). EUD 36.1
Si la iglesia de Cristo hubiese hecho su obra como el Señor le ordenaba, todo el mundo habría sido ya amonestado, y el Señor Jesús habría venido a nuestra tierra con poder y grande gloria.—El Deseado de Todas las Gentes, 587-588 (1898). EUD 36.2

Las promesas de Dios son condicionales

Los ángeles de Dios en sus mensajes dados a los hombres representan el tiempo como algo muy corto.Ver Romanos 13:11-12; 1 Corintios 7:29; 1 Tesalonicenses 4:15, 17; Hebreos 10:25; Santiago 5:8-9; 1 Pedro 4:7; Apocalipsis 22:6-7. Así es como siempre me ha sido presentado. Es cierto que el tiempo ha sido más largo de lo que habíamos esperado en los primeros días del mensaje. Nuestro Salvador no apareció tan pronto como lo esperábamos. ¿Pero ha fallado la Palabra de Dios? ¡Nunca! Debiera recordarse que las promesas y las amenazas de Dios son igualmente condicionales […]Ver Jeremías 18:7-10; Jonás 3:4-10.. EUD 36.3
Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mundo muchos años más debido a la insubordinación, como les sucedió a los hijos de Israel; pero por amor de Cristo, su pueblo no debe añadir pecado sobre pecado culpando a Dios de las consecuencias de su propia conducta errónea.—El Evangelismo, 504-505 (1901). EUD 36.4

Lo que Cristo está esperando

Cristo espera con un deseo anhelante la manifestación de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces vendrá él para reclamarlos como suyos. EUD 36.5
Todo cristiano tiene la oportunidad no solo de esperar, sino de apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo. Si todos los que profesan el nombre de Cristo llevaran fruto para su gloria, cuán prontamente se sembraría en todo el mundo la semilla del Evangelio. Rápidamente maduraría la gran cosecha final y Cristo vendría para recoger el precioso grano.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 47-48 (1900). EUD 37.1
Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor. No solo hemos de esperar la venida del día de Dios, sino apresurarla.—El Deseado de Todas las Gentes, 587 (1898). EUD 37.2
Nos permite que, por la cooperación con él, acabemos con esta escena de miseria.—La Educación, 257 (1903). EUD 37.3

Un límite a la paciencia de Dios

Con infalible exactitud, el Ser Infinito sigue llevando una cuenta con todas las naciones. Mientras ofrece su misericordia, con invitaciones al arrepentimiento, esta cuenta permanece abierta; pero cuando las cifras llegan a cierta cantidad que Dios ha fijado, comienza el ministerio de su ira.—Joyas de los Testimonios 2:63 (1882). EUD 37.4
Dios lleva un registro de las naciones y los cálculos han aumentado contra ellos en los libros del cielo; y cuando se decrete una ley de que la transgresión del primer día de la semana será castigada, entonces su copa estará llena.—Comentario Bíblico Adventista 7:922 (1886). EUD 37.5
Dios mantiene una cuenta con las naciones […]. Cuando llegue plenamente el tiempo en que la iniquidad haya alcanzado el límite declarado de la misericordia de Dios, su paciencia cesará. Cuando las cifras acumuladas en los registros del cielo indiquen que está completa la suma de la transgresión, la ira vendrá.—Testimonies for the Church 5:524 (1889). EUD 37.6
Mientras la misericordia de Dios tiene mucha paciencia con el transgresor, hay un límite más allá del cual los hombres no pueden seguir en sus pecados. Cuando se llega a ese límite, se retira el ofrecimiento de la gracia y comienza la ejecución del juicio.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 160 (1890). EUD 37.7
El tiempo vendrá cuando los hombres llegarán en el fraude y la insolencia a un punto que el Señor no les permitirá sobrepasar, y entonces aprenderán que la paciencia de Jehová tiene límite.—Joyas de los Testimonios 3:281 (1909). EUD 38.1
Hay un límite más allá del cual los juicios de Jehová no pueden ya demorarse.—La Historia de Profetas y Reyes, 307 (1914). EUD 38.2

La transgresión casi ha llegado a su límite

El tiempo durará un poco más hasta que los habitantes de la tierra hayan llenado la copa de su iniquidad, y entonces la ira de Dios, que por tanto tiempo ha dormitado, despertará, y esta tierra de luz beberá la copa de su ira sin mezcla.—Testimonies for the Church 1:363 (1863). EUD 38.3
La copa de iniquidad está casi llena, y la justicia retributiva de Dios está por descender sobre los culpables.—Testimonies for the Church 4:489 (1880). EUD 38.4
La maldad de los habitantes de la tierra, casi ha hecho desbordar la copa de sus iniquidades. Casi ha llegado la tierra al punto en el cual Dios se dispone a abandonarla en manos del destructor.—Joyas de los Testimonios 3:142 (1902). EUD 38.5
La transgresión casi ha llegado a su límite. La confusión llena el mundo, y pronto un gran terror vendrá sobre los seres humanos. El fin está muy cerca. Nosotros, que sabemos la verdad, debiéramos estar preparándonos para lo que pronto se desatará sobre el mundo como una sorpresa abrumadora.—Testimonies for the Church 8:28 (1904). EUD 38.6

Debiéramos recordar el gran día de Dios

Debemos educarnos para estar pensando y explayándonos en las grandes escenas del juicio que están precisamente ante nosotros. El hecho de mantener nuestra mente en las escenas del gran día de Dios, cuando todo será revelado, tendrá un efecto sobre nuestro carácter. Un hermano me dijo: “Hermana White, ¿cree usted que el Señor vendrá dentro de diez años?” “¿Qué diferencia hace para usted si él viene dentro de dos, cuatro o diez años?” “Pues—dijo él—, si supiese que el Señor viene en diez años, creo que haría algunas cosas en forma diferente a como las hago ahora”. EUD 38.7
“¿Qué haría usted?”, dije yo. EUD 39.1
“Oh—dijo él—, vendería mi propiedad y comenzaría a investigar la Palabra de Dios y trataría de advertir a la gente y conseguir que se preparen para su venida, y le suplicaría a Dios que yo pudiese estar listo para encontrarlo. EUD 39.2
Luego le dije: “Si usted supiese que el Señor no viene hasta de aquí a veinte años, ¿viviría en forma diferente?” EUD 39.3
El repuso: “Creo que sí […]”. EUD 39.4
¡Cuán egoísta fue la expresión de que viviría una vida diferente si supiera que el Señor vendría en diez años! Enoc caminó con Dios 300 años. Esta es una lección para nosotros para que caminemos con Dios cada día, sabiendo que no estamos seguros a menos que estemos esperando y velando.—Manuscrito 10, 1886. EUD 39.5

La brevedad del tiempo

Ojalá que el Señor no dé descanso, día ni noche, a aquellos que ahora son descuidados e indolentes en la causa y la obra de Dios. El fin está cerca. Esto es lo que Jesús quisiera siempre mantener ante nosotros: la brevedad del tiempo.—Carta 97, 1886. EUD 39.6
Cuando estemos de pie con los redimidos sobre el mar de vidrio, con las arpas de oro y las coronas de gloria y ante la eternidad sin límites, entonces veremos cuán breve fue el período de prueba que hubo que esperar.—Manuscript Releases 10:266 (1886). EUD 39.7
“¿Cuándo serán estas cosas?” del libro: Eventos de los Últimos Días por Ellen G. White

La Iglesia de Dios de los Últimos Días

El pueblo de Dios guarda sus mandamientos

Dios tiene en la tierra una iglesia que está ensalzando la ley pisoteada y presentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo […]. EUD 41.1
Existe solamente una iglesia que esté actualmente en la brecha, reparando el muro, reedificando las ruinas […]. EUD 41.2
Tengan todos cuidado de no hacer declaraciones contra el único pueblo que está cumpliendo la descripción que se da del pueblo remanente que guarda los mandamientos de Dios, [y] tiene la fe de Jesús […]. Dios tiene un puebloEl libro de Apocalipsis se concentra en dos grupos del pueblo de Dios el remanente visible (cap. 12:17) y “Mi pueblo” que está en Babilonia. Cap. 18:4. Este capítulo se refiere al primero, y el capítulo 14, “El fuerte clamor”, al segundo. distinto, una iglesia en la tierra, que no es inferior a ningún otro, sino superior a todos en su capacidad de enseñar la verdad y vindicar la ley de Dios […]. Hermano mío, si usted está enseñando que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, está equivocado.—Testimonios para los Ministros, 50, 57-59 (1893). EUD 41.3

Tienen el testimonio de Jesús

A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última amonestación al mundo se extiende, resulta más importante para los que aceptan la verdad presente tener una clara comprensión de la naturaleza e influencia de los Testimonios, que en su providencia Dios vinculó con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo nacimiento.—Joyas de los Testimonios 2:270 (1889). EUD 42.1
Los hombres pueden valerse de un medio tras otro, y el enemigo tratará de seducir a las almas para apartarlas de la verdad, pero todos los que crean que el Señor ha hablado por medio de la Hna. White y le ha dado un mensaje, estarán seguros frente a los muchos engaños que vendrán en estos últimos días.—Mensajes Selectos 3:92 (1906). EUD 42.2
Habrá quienes pretenderán recibir visiones. Cuando Dios os dé evidencia clara de que la visión procede de él podéis aceptarla, pero no la aceptéis basándoos en ninguna otra evidencia, porque la gente será descarriada cada vez más en los países extranjeros y en los Estados Unidos.—Mensajes Selectos 2:82 (1905). EUD 42.3

Sus doctrinas bíblicas peculiares

El tiempo transcurrido en 1844 fue un período de grandes eventos, que abrió ante nuestros ojos asombrados la purificación del Santuario que se llevaba a cabo en el cielo, y tuvo una decidida relación con el pueblo Dios sobre la tierra; [también con] los mensajes del primero y segundo ángeles y con el tercero, y desplegó el estandarte en el cual estaba inscrito: “Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Uno de los hitos de este mensaje fue el templo de Dios, visto en el cielo por su pueblo amante de la verdad, y el arca que contenía la ley de Dios. La luz del día de reposo del cuarto mandamiento resplandeció con sus fuertes rayos en el camino de los transgresores de la ley divina. La no inmortalidad de los malvados es un antiguo hito. No puedo recordar nada más que pueda colocarse bajo el título de los antiguos hitos.—Counsels to Writers and Editors, 30-31 (1889). EUD 42.4

La misión distintiva de los adventistas del séptimo día

El Señor nos ha hecho los depositarios de su ley; nos ha confiado una verdad sagrada y eterna, que debe darse a otros mediante advertencias fieles, reprensiones y [palabras de] aliento.—Testimonies for the Church 5:381 (1885). EUD 43.1
Los adventistas del séptimo día han sido elegidos por Dios como pueblo particular, separado del mundo. Con el gran instrumento de la verdad, los ha sacado de la cantera del mundo y los ha relacionado consigo. Ha hecho de ellos representantes suyos, y los ha llamado a ser sus embajadores durante esta última fase de la obra de salvación. Les ha encargado que proclamen al mundo la mayor suma de verdad que se haya confiado alguna vez a seres mortales, las advertencias más solemnes y terribles que Dios haya enviado alguna vez a los hombres.—Joyas de los Testimonios 3:140 (1902). EUD 43.2
En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella.—Joyas de los Testimonios 3:288 (1909). EUD 43.3

Razones de la organización de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

A medida que nuestros miembros fueron aumentando, resultó evidente que sin alguna forma de organización habría gran confusión, y la obra no se realizaría con éxito. La organización era indispensable para proporcionar sostén al ministerio, para dirigir la obra en nuevos territorios, para proteger tanto a las iglesias como a los ministros de los miembros indignos, para retener las propiedades de la iglesia, para la publicación de la verdad por medio de la prensa, y para muchos otros objetos […]. EUD 43.4
Nos fue dada luz por su Espíritu en el sentido de que debía haber orden y disciplina cabal en la iglesia: la organización era esencial. El sistema y el orden se manifiestan en todas la obras de Dios y a través del universo. El orden es la ley del cielo, y debe ser la ley del pueblo de Dios en la tierra.—Testimonios para los Ministros, 26 (1902). EUD 44.1

La organización siempre será esencial

A menos que las iglesias estén organizadas de tal manera que puedan establecer e imponer el orden, no tienen ninguna esperanza que abrigar para el futuro.—Testimonies for the Church 1:270 (1862). EUD 44.2
¡Oh, cómo se regocijaría Satanás si lograse tener éxito en sus esfuerzos para penetrar entre este pueblo y desorganizar la obra en un tiempo en que la organización esmerada es esencial y constituirá el mayor poder para evitarlos movimientos espurios, y refutar los asertos que no son apoyados por la Palabra de Dios! Necesitamos sostener en forma pareja las riendas, a fin de que no se quebrante el sistema de organización y orden que fue edificado por una labor sobria y cuidadosa. No se debe dar licencia a los elementos desordenados que desean controlar la obra en este tiempo. EUD 44.3
Algunos han sostenido que a medida que nos acercamos al fin del tiempo, cada hijo de Dios actuará independientemente de cualquier organización religiosa. Pero el Señor me ha indicado que en esta obra no hay tal cosa como que cada hombre sea independiente.Del manuscrito leído ante los delegados a la sesión del congreso de la Asociación General, realizada en Washington, D.C., el 30 de mayo de 1909.—Joyas de los Testimonios 3:406 (1909). EUD 44.4
A medida que nos acercamos a la crisis final, en lugar del sentimiento de que hay menos necesidad de orden y armonía de acción, debemos ser más sistemáticos de lo que hemos sido hasta ahora.—Mensajes Selectos 3:27 (1892). EUD 44.5

La autoridad especial de la iglesia de Dios

Dios ha investido a su iglesia con especial autoridad y poder que nadie puede sentirse justificado de desatender o despreciar, porque al hacerlo desprecia la voz de Dios.—Testimonies for the Church 3:417 (1875). EUD 44.6
Dios ha otorgado a su iglesia el más elevado poder bajo el cielo. Es la voz de Dios en su pueblo unido como iglesia, la cual debe ser respetada.—Testimonies for the Church 3:451 (1875). EUD 45.1

Un tiempo de debilidad y ceguera espirituales

Recibí confirmación acerca de todo lo que había declarado en Minneapolis, en cuanto a que debe realizarse una reforma en las iglesias. Deben producirse reformas, porque ha habido debilidad y ceguera espirituales en el pueblo que fue bendecido con gran luz y preciosas oportunidades y privilegios. Como reformadores, habían salido de las iglesias denominacionales, pero ahora juegan un papel semejante al que habían desempeñado las iglesias. Esperábamos que no habría necesidad de otra salida.Esta es la única declaración conocida de la pluma de Elena G. de White indicando que podría haber perdido confianza en la organización de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La duda que ella expresó aquí nunca se repitió durante los restantes 26 años de su vida. Aunque procuraremos mantener la “unidad del Espíritu” en el vínculo de la paz, con la pluma y la voz no cesaremos de protestar contra el fanatismo.—The Ellen G. White 1888 Materials, 356-357 (1889). EUD 45.2
De aquellos que se jactan de su luz y sin embargo no andan en ella, Cristo dice: “Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. Y tú, Capernaúm [adventistas del séptimo día, que han tenido gran luz], que eres levantada hasta el cielo [en materia de privilegios], hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy”.—The Review and Herald, 1 de agosto de 1893.Los comentarios entre corchetes pertenecen a Elena G. de White EUD 45.3
La iglesia se encuentra en el estado laodicense. La presencia de Dios no está en su medio.—Notebook Leaflets from the Elmshaven Library 1:99 (1898). EUD 45.4

Abuso de poder en la sede central de la iglesia

La Asociación General misma está corrompiéndose con equivocados sentimientos y principios […]. EUD 45.5
Los hombres se han aprovechado de los que suponían que estaban bajo su jurisdicción. Estaban decididos a que esas personas se sometieran a sus condiciones; querían gobernar a toda costa […]. EUD 46.1
El poder despótico que se ha desarrollado, como si el cargo hubiera convertido a los hombres en dioses, me hace temer, y debe producir temor. Es una maldición dondequiera se lo ejerza y quienquiera lo ponga en práctica.—Testimonios para los Ministros, 359-361 (1895). EUD 46.2
Hay demasiadas responsabilidades pesadas dadas a unos pocos hombres, y algunos no hacen de Dios su consejero. ¿Qué saben estos hombres de las necesidades de la obra en los países extranjeros? ¿Cómo pueden ellos saber cómo decidir los asuntos que les son sometidos en procura de información? Les requeriría tres meses a los que están en países extranjeros recibir una respuesta a sus preguntas, aun cuando no hubiera demora en la correspondencia.—Testimonios para los Ministros, 321 (1896). EUD 46.3
Aquellos que viven en países distantes no se atreven a hacer lo que su juicio les dice que es correcto, a menos que primeramente pidan permiso a Battle Creek. Antes de avanzar, esperan el Sí o el No de aquel lugar.—Speciial Testimonies, Series A 9:32 (1896). EUD 46.4
No es sabio escoger a un solo hombre como presidente de la Asociación General. La obra de la Asociación General se ha extendido, y algunas cosas se han hecho innecesariamente complicadas. Se ha manifestado una falta de discernimiento. Debe haber una división del campo, o debe idearse algún otro plan para cambiar el actual estado de cosas.La Iglesia Adventista del Séptimo Día fue organizada en 1863 con 3.500 miembros, media docena de asociaciones locales, unos treinta obreros ministeriales, y una junta de la Asociación General de tres miembros. El presidente de la Asociación General era bien capaz de proveer el liderazgo y el consejo requeridos por una organización tan pequeña. Podía asistir personalmente a cada reunión importante y además, dar atención personal a muchos de los asuntos relacionados con la obra de publicaciones. Sin embargo, hacia 1896 la obra de la iglesia se había expandido en los Estados Unidos y también se había extendido a Europa, Australia y Africa. Ya no era posible que un hombre supervisara y dirigiera adecuadamente una obra de tanto alcance, Elena G. de White instó a que se hiciera una división del campo, de tal manera que los miembros de nuestra iglesia alrededor del mundo no se dirigiesen solo a un hombre en busca de consejo. Esto se logró creando uniones de asociaciones y divisiones mundiales.—Testimonios para los Ministros, 342 (1896). EUD 46.5

Los dirigentes imprudentes no hablan por Dios

La voz de Battle Creek, que ha sido considerada como autoridad para aconsejar cómo debiera hacerse la obra, ya no es la voz de Dios.—Manuscript Releases 17:185 (1896). EUD 47.1
Han pasado algunos años desde que he considerado a la Asociación General como la voz de Dios.—Manuscript Releases 17:216 (1898). EUD 47.2
El hecho de que estos hombres debieran estar en un sitial sagrado, como si fueran la voz de Dios al pueblo, como creíamos que la Asociación General lo era, es un asunto del pasado.—The General Conference Bulletin, 3 de abril de 1901, p. 25. EUD 47.3

No se necesita una nueva denominación

Usted toma pasajes de los Testimonios que hablan de la terminación del tiempo de gracia, del zarandeo entre el pueblo de Dios, y usted habla del surgimiento de entre este pueblo de un pueblo más puro y más santo que se levantará. Todo esto agrada al enemigo […]. Si muchos aceptaran las opiniones que usted presenta y hablaran y procedieran conforme a ellas, veríamos la más grande conmoción fanática que jamás se haya visto entre los adventistas del séptimo día. Esto es lo que desea Satanás.—Mensajes Selectos 1:210-211 (1890). EUD 47.4
El Señor no le ha dado un mensaje para que diga que los adventistas del séptimo día son Babilonia, y para que inste al pueblo de Dios a salir de ella. Todas las razones que usted sea capaz de presentar no pueden pesar en mi ánimo con relación a esto, porque el Señor me ha dado una información definida que se opone a tal mensaje […]. EUD 47.5
Sé que el Señor ama a su iglesia, la cual no ha de ser desorganizada ni dispersada en átomos independientes. No existe la menor lógica en esto, ni hay la más mínima evidencia de que ocurrirá tal cosa.—Mensajes Selectos 2:72, 78 (1893). EUD 47.6
Os digo, hermanos míos, el Señor tiene un cuerpo organizado por medio del cual él trabaja […]. Cuando alguien se está apartando del cuerpo organizado del pueblo que guarda los mandamientos de Dios, cuando comienza a pesar la iglesia en sus balanzas humanas y a pronunciar juicios contra ella, podéis saber que Dios no lo está dirigiendo. Está en el camino equivocado.—Mensajes Selectos 3:17, 19 (1893). EUD 47.7

Dios pondrá todo en orden

No hay necesidad de dudar ni de temer que la obra no tenga éxito. Dios encabeza la obra y él pondrá en orden todas las cosas. Si hay que realizar ajustes en la plana directiva de la obra, Dios se ocupará de eso y enderezará todo lo que esté torcido. Tengamos fe en que Dios conducirá con seguridad hasta el puerto el noble barco que lleva al pueblo de Dios.—Mensajes Selectos 2:449 (1892). EUD 48.1
¿No tiene Dios una iglesia viva? El tiene una iglesia, pero es la iglesia militante, no la iglesia triunfante. Lamentamos que haya miembros defectuosos, que haya cizaña en medio del trigo […]. Aunque existen males en la iglesia, y los habrá hasta el fin del mundo, la iglesia ha de ser en estos postreros días luz para un mundo que está contaminado y corrompido por el pecado. La iglesia, debilitada y deficiente, que necesita ser reprendida, amonestada y aconsejada, es el único objeto de esta tierra al cual Cristo concede su consideración suprema.—Testimonios para los Ministros, 45, 49 (1893). EUD 48.2
Los baluartes de Satanás nunca triunfarán. La victoria acompañará al mensaje del tercer ángel. Así como el Capitán de las hueste del Señor derribó los muros de Jericó, el pueblo que guarda los mandamientos del Señor triunfará y todos los elementos opositores serán derrotados.—Testimonios para los Ministros, 410 (1898). EUD 48.3

Es urgente una distribución de responsabilidades

Lo que queremos ahora es una reorganización. Deseamos comenzar en el fundamento y edificar sobre un principio diferente […]. EUD 48.4
Aquí hay hombres que están a la cabeza de nuestras diversas instituciones, de los intereses educacionales, y de las asociaciones en diferentes localidades y Estados. Todos ellos han de mantenerse como representantes, para tener voz en la tarea de moldear e idear los planes que deberán llevarse a cabo. Debe haber más que uno o dos o tres hombres para considerar todo el vasto campo. La obra es grande y no hay ninguna mente humana que pueda planear sola la obra que necesita hacerse […]. EUD 48.5
Ahora deseo decir que Dios no ha puesto en nuestras filas ningún poder monárquico para controlar esta o aquella rama de la obra. La obra ha sido grandemente restringida por los esfuerzos de controlarla en cada área […]. Debe haber una renovación, una reorganización; deben incorporarse en las comisiones un poder y una fuerza que son necesarios.Del discurso de apertura de Elena G. de White dado el 2 de abril de 1901, en la sesión del Congreso de la Asociación General, en Battle Creek.—The General Conference Bulletin, 3 de abril de 1901, pp. 25-26. EUD 49.1
Deben formarse nuevas asociaciones. Fue de acuerdo con el plan de Dios que se organizase en Australia la Unión de asociaciones […]. No es necesario escribir a Battle Creek, a miles de kilómetros, en busca de consejo, y luego tener que esperar semanas hasta que llegue una respuesta. Los que están precisamente en el lugar deben decidir qué se hará.—The General Conference Bulletin, 5 de abril de 1901, pp. 69-70. EUD 49.2

El congreso de la asociación general de 1901 responde

¿Quién suponen ustedes ha estado entre nosotros desde que comenzó esta Conferencia? ¿Quién ha mantenido a distancia los rasgos objetables que generalmente aparecen en una reunión como esta? ¿Quién ha caminado de arriba abajo por los pasillos de este tabernáculo? El Dios del cielo y sus ángeles. Y no vinieron aquí para despedazaros, sino para daros una mente cuerda y apacible. Han estado entre nosotros para obrar las obras de Dios, para mantener alejados a los poderes de las tinieblas, para que no sea obstaculizada la obra que Dios ha planeado que se haga. Los ángeles de Dios han estado trabajando entre nosotros […]. EUD 49.3
Jamás en mi vida he estado más asombrada que al ver el giro que han tomado las cosas en esta reunión. Esta no es nuestra obra. Dios la ha originado. Se me había dado instrucción al respecto, pero no pude comprenderla hasta que en esta reunión se completó la elaboración de los planes. Los ángeles de Dios han estado caminando de un lado al otro entre esta congregación. Quiero que cada uno de vosotros recuerde esto, y también quiero que recordéis que Dios ha dicho que sanará las heridas de su pueblo.—The General Conference Bulletin, 25 de abril de 1901, pp. 463-464. EUD 49.4
El Señor obró poderosamente en favor de su pueblo durante [el congreso de] la Asociación General. Cada vez que pienso sobre esa reunión, viene sobre mí una dulce solemnidad, que envía un resplandor de gratitud a mi alma. Hemos visto las pisadas majestuosas del Señor nuestro Redentor. Alabamos su santo nombre porque él ha traído liberación a su pueblo.—The Review and Herald, 26 de noviembre de 1901. EUD 50.1
Ha sido necesario organizar uniones de asociaciones, para que la Asociación General no ejerza una dictadura sobre todas las asociaciones separadas. El poder conferido a la Asociación [General] no debe centrarse en un hombre o dos o seis; debe haber un concilio de hombres sobre las divisiones separadas.Para mayor información sobre los cambios de organización hechos en la sesión del Congreso de la Asociación General, ver la Seventh-day Adventist Encyclopedia (tomo 10 de la serie de referencia del Commentary), edición revisada, pp, 1050-1053.—Manuscript 26, 3 de abril de 1903. EUD 50.2

Se reafirma la confianza en la organización de la Iglesia Adventista

Ahora no podemos alejarnos del fundamento que Dios ha colocado. No podemos entrar en ninguna nueva organización, porque esto significaría apostatar de la verdad.—Mensajes Selectos 2:449 (1905). EUD 50.3
Se me ha instruido que diga a los adventistas de todo el mundo que Dios nos ha llamado como un pueblo que ha de constituir un tesoro especial para él. El ha dispuesto que su iglesia en la tierra permanezca perfectamente unida en el Espíritu y el consejo del Señor de los ejércitos hasta el fin del tiempo.—Mensajes Selectos 2:458 (1908). EUD 50.4
A veces, cuando un pequeño grupo de hombres encargados del manejo general de la obra, procuró ejecutar en nombre de la Asociación General planes imprudentes y restringir la obra de Dios, he dicho que ya no podía considerar la voz de la Asociación General, representada por estos pocos hombres, como la voz de Dios. Pero esto no es decir que no deban respetarse las decisiones de un congreso de la Asociación General compuesto de una asamblea de hombres debidamente nombrados como representantes de todas partes del campo. EUD 50.5
Dios ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando están reunidos en el congreso de la Asociación General. El error que algunos se hallan en el peligro de cometer estriba en dar a la mente y al juicio de un solo hombre o de un pequeño grupo de hombres, la plena medida de autoridad e influencia que Dios ha investido en su iglesia, en el juicio y la voz de la Asociación General congregada para planear la prosperidad y el progreso de su obra.—Joyas de los Testimonios 3:408-409 (1909). EUD 51.1
Dios ha investido a su iglesia con especial autoridad y poder, que nadie tiene derecho de desatender y despreciar; porque el que lo hace desprecia la voz de Dios.—Los Hechos de los Apóstoles, 133 (1911). EUD 51.2
Me siento animada y bendecida al comprender que el Dios de Israel sigue conduciendo a su pueblo y que continuará con él hasta el fin.Del mensaje final de Elena G. de White a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la sesión del Congreso de la Asociación General. Estas palabras animadoras fueron leídas en la sesión por el presidente de la Asociación General, pastor A. G. Daniells, el 27 de mayo de 1913.—Mensajes Selectos 2:470 (1913). EUD 51.3

Una declaración de W. C. White

Le dije [a la Sra. Lida Scott] cómo mi madre consideraba la experiencia de la iglesia remanente, y en cuanto a su enseñanza positiva de que Dios no permitiría que esta denominación apostatase tan completamente que ocurriese el surgimiento de otra iglesia.—W. C. White a E. E. Andross, el 23 de mayo de 1915, Archivo de correspondencia de la Corporación White. EUD 51.4

Todavía se necesita un reavivamiento espiritual

Cierto mediodía estaba escribiendo sobre la obra que podría haberse hecho en el último congreso de la Asociación General [1901] si los hombres en cargos de confianza hubiesen seguido la voluntad y el camino de Dios. Aquellos que habían tenido gran luz no habían caminado en ella. La reunión terminó y no se había efectuado un cambio de actitud. Los hombres no se humillaron ante el Señor como deberían haberlo hecho, y el Espíritu Santo no fue impartido. EUD 52.1
Había escrito hasta ese punto cuando perdí el conocimiento, y me pareció estar presenciando una escena en Battle Creek. EUD 52.2
Estábamos reunidos en el auditorio del Tabernáculo. Se ofreció una oración, se cantó un himno, y nuevamente se ofreció una oración. Se hizo ante Dios una muy ferviente súplica. La reunión se caracterizaba por la presencia del Espíritu Santo […]. EUD 52.3
Nadie parecía demasiado orgulloso como para no hacer una confesión sincera, y los que tomaron la iniciativa en este proceder eran los que tenían influencia, pero que antes no habían tenido el valor de confesar sus pecados. EUD 52.4
Había un regocijo como nunca antes se había oído en el Tabernáculo. EUD 52.5
Entonces desperté de mi inconsciencia, y por un rato no pude darme cuenta dónde estaba. Mi pluma estaba aún en mi mano. Se me dijeron estas palabras: “Esto es lo que podría haber sido. El Señor estaba esperando para hacer todo esto en favor de su pueblo. Todo el cielo estaba esperando para manifestar su benevolencia”. Pensé en dónde podríamos haber estado si en el último congreso de la Asociación General se hubiera realizado una obra cabal.—Testimonies for the Church 8:104-106, 5 de enero de 1903. EUD 52.6
Me he sentido profundamente impresionada por las escenas que recientemente han pasado ante mí en horas de la noche. Parecía que un gran movimiento—un reavivamiento—se producía en muchos lugares. Nuestros hermanos estrechaban filas en respuesta al llamado de Dios.Del primer mensaje de Elena G. de White al Congreso de la Asociación General de 1913.—Testimonios para los Ministros, 515 (1913). EUD 52.7

La paciencia de Dios con su pueblo

La iglesia ha fallado, tristemente fallado, en satisfacer las expectativas de su Redentor, y sin embargo el Señor no se retira de su pueblo. Todavía los soporta, no porque se encuentre en ellos ninguna virtud, sino para que el nombre de Dios no sea deshonrado ante los enemigos de la verdad y la justicia, para que las agencias satánicas no puedan triunfar destruyendo al pueblo de Dios. Él ha soportado pacientemente su indocilidad, incredulidad e insensatez. Los ha disciplinado con maravillosa paciencia y compasión. Si ellos oyen su instrucción, él los limpiará de sus tendencias perversas, salvándolos con una salvación eterna y convirtiéndolos en monumentos eternos del poder de su gracia.—The Signs of the Times, 13 de noviembre de 1901. EUD 53.1
Deberíamos recordar que la iglesia, aunque débil y defectuosa, constituye el único objeto en la tierra al cual Cristo otorga su consideración suprema. Él la observa constantemente lleno de solicitud por ella, y la fortalece mediante su Espíritu Santo.—Mensajes Selectos 2:457 (1902). EUD 53.2

Dios trabaja con aquellos que le son fieles

El Señor Jesús siempre tendrá un pueblo escogido que le sirva. Cuando el pueblo judío rechazó a Cristo, el Príncipe de la vida, él les quitó el reino de Dios y lo dio a los gentiles. Dios continuará obrando en base a este principio con cada rama de su obra. EUD 53.3
Cuando una iglesia demuestra que es infiel a la palabra del Señor, cualquiera sea su posición, y por alta y sagrada que sea su vocación, el Señor ya no puede trabajar con ellos. Otros son entonces escogidos para llevar importantes responsabilidades. Pero si a su vez estos no purifican sus vidas de toda acción incorrecta, si no establecen principios puros y santos en todos sus límites, entonces, dolorosamente, el Señor los afligirá y humillará, y, a menos que se arrepientan, los quitará de su lugar y hará de ellos un motivo de ignominia.—Manuscript Releases 14:102 (1903). EUD 53.4

Juzgados por la luz concedida

La Iglesia Adventista del Séptimo Día debe ser pesada en la balanza del Santuario. Será juzgada conforme a las ventajas que haya recibido. Si su experiencia espiritual no corresponde a los privilegios que el sacrificio de Cristo le tiene asegurados; si las bendiciones conferidas no la capacitaron para cumplir la obra que se le confió, se pronunciará contra ella la sentencia: “Hallada falta”. Será juzgada según la luz y las ocasiones que le fueron deparadas […]. EUD 54.1
Las solemnes advertencias que nos han sido dadas por la destrucción de instituciones valiosas y útiles,El Sanatorio de Battle Creek (Battle Creek Sanitarium), la institución adventista más grande y mejor conocida en el mundo, se quemó hasta los cimientos el 18 de febrero de 1902. Este desastre fue seguido por la destrucción de la Review and Herald Publishing Association, también por un incendio, el 30 de diciembre de 1902. nos dicen: “Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras”. Apocalipsis 2:5. […] EUD 54.2
A menos que la iglesia contaminada por la apostasía se arrepienta y se convierta, comerá del fruto de sus propias obras, hasta que se aborrezca a sí misma. Si resiste el mal y busca el bien; si busca a Dios con toda humildad y responde a su vocación celestial en Jesucristo; si permanece sobre la plataforma de la verdad eterna, y si por fe realiza los planes que han sido trazados a su respecto, ella será sanada. Aparecerá en la sencillez y pureza que provienen de Dios, exenta de todo compromiso terrenal, demostrando que la verdad la ha hecho realmente libre. Entonces sus miembros serán verdaderamente elegidos de Dios para ser sus representantes.—Joyas de los Testimonios 3:251-252, 254, 21 de abril 1903. EUD 54.3

La historia de Israel es una advertencia para nosotros

En estos últimos días el pueblo de Dios será expuesto a los mismos peligros que enfrentó el antiguo Israel. Aquellos que no reciban las advertencias que Dios da, caerán en los mismos peligros en los que cayó el antiguo Israel y no entrarán en el descanso debido a su incredulidad. El antiguo Israel sufrió calamidades debido a sus corazones no santificados y sus voluntades indóciles. Su rechazo final como nación fue el resultado de su propia incredulidad, confianza propia, impenitencia, ceguera de mente y dureza de corazón. En su historia tenemos una señal de peligro que se levanta ante nosotros. EUD 54.4
“Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo […]. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio”. Hebreos 3:12, 14.—Carta 30, 1895. EUD 55.1

La iglesia militante es imperfecta

La iglesia militante no es la iglesia triunfante, y la tierra no es el cielo. La iglesia está compuesta de hombres y mujeres falibles, imperfectos, que no son sino aprendices en la escuela de Cristo, para ser instruidos, disciplinados, educados, para esta vida y para la vida futura, inmortal.—The Signs of the Times, 4 de enero de 1883. EUD 55.2
Algunas personas parecen pensar que al entrar en la iglesia serán cumplidas sus expectativas, y hallarán solamente personas puras y perfectas. Son celosas en su fe, y cuando ven faltas en los miembros de la iglesia, dicen: “Nosotros abandonamos el mundo para no tener ninguna asociación con individuos malos, pero el mal se halla aquí también”; y preguntan, como los siervos de la parábola: “¿De dónde, pues, tiene cizaña?” Pero no necesitamos chasquearnos así, pues el Señor no nos autoriza a sacar la conclusión de que la iglesia es perfecta; y todo nuestro celo no nos permitirá tener éxito en lograr que la iglesia militante sea tan pura como la iglesia triunfante.—Testimonios para los Ministros, 47 (1893). EUD 55.3

La iglesia triunfante será fiel y semejante a Cristo

La obra pronto ha de terminar. Los miembros de la iglesia militante que han demostrado ser fieles integraran la iglesia triunfante.—El Evangelismo, 512 (1892). EUD 55.4
La vida de Cristo era una vida llena con un mensaje divino del amor de Dios, y él ansiaba intensamente impartir este amor a otros en una rica medida. Su semblante resplandecía de compasión, y su conducta se caracterizaba por la gracia, la humildad, la verdad y el amor. Cada miembro de su iglesia militante debe manifestar las mismas virtudes, si quiere unirse a la iglesia triunfante.—Fundamentals of Christian Education, 179 (1891). EUD 55.5
Capítulo 4—La iglesia de Dios de los últimos días del libro: Eventos de los Últimos Días por Ellen G. White