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sábado, 4 de marzo de 2017


LAS LEYES DOMINICALES


El Sábado: el gran asunto en discusión

En la guerra que se librará en los últimos días estarán unidos, en oposición al pueblo de Dios, todos los poderes corruptos que han apostatado de su lealtad a la Ley de Jehová. En esta guerra, el sábado del cuarto Mandamiento será el gran punto en discusión, pues en el mandamiento del sábado el gran Legislador se identifica a sí mismo como el Creador de los cielos y la Tierra (Éxo. 20:8-11).

“En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo [sábados] –dice el Señor–; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico” (Éxo. 31:13). Algunos tratarán de poner obstáculos en el camino de la observancia del sábado, diciendo: “Ustedes no saben cuál es el día de reposo”; pero parecen entender cuándo llega el domingo, y han manifestado gran celo en formular leyes que obliguen su observancia. 

No quedarse sentado sin hacer nada

 Es nuestro deber hacer todo lo que está en nuestro poder para prevenir el peligro que nos amenaza... Sobre todos los hombres y las mujeres de oración en todo el país recae la gran responsabilidad de pedir que Dios despeje esta nube maligna y conceda unos pocos años más de gracia para trabajar por el Maestro.

Los que ahora observan los mandamientos de Dios necesitan moverse para que puedan obtener la ayuda especial que solo Dios puede darles. Deberían trabajar más fervientemente para dilatar tanto como sea posible la calamidad que los amenaza. 

Hay muchos que están tranquilos, como durmiendo. Dicen: “Si la profecía ha predicho la imposición de la observancia dominical, con toda seguridad la ley será promulgada”, y habiendo arribado a esta conclusión se sientan en una serena expectación del evento, consolándose con la idea de que Dios protegerá a su pueblo en el día de angustia. Pero Dios no nos salvará si no hacemos el menor esfuerzo para realizar la obra que nos ha encomendado... 

Estados Unidos promulgará una ley dominical

Tarde o temprano, las leyes dominicales serán promulgadas.

Pronto las leyes dominicales serán puestas en vigor, y hombres en posiciones de confianza sentirán encono contra el pequeño puñado que observa los mandamientos de Dios.

La profecía del capítulo 13 de Apocalipsis declara que el poder representado por la bestia con cuernos semejantes a los de un cordero haría “que la tierra y los moradores de ella” adorasen al Papado, que está simbolizado en ese capítulo por una bestia “semejante a un leopardo” (vers. 12, 2)... Esta profecía se cumplirá cuando Estados Unidos haga obligatoria la observancia del domingo, que Roma declara ser el signo característico de su supremacía... 

Argumentos de los defensores de la ley dominical

Satanás pone su interpretación sobre los eventos, y ellos piensan, como él quiere que lo hagan, que las calamidades que llenan la Tierra son un resultado de la violación del domingo. Pensando apaciguar la ira de Dios, estos hombres influyentes promulgan leyes imponiendo la observancia del domingo.

Esa misma clase de gente asegura que la corrupción, que se va generalizando más y más, debe achacarse en gran parte a la violación del así llamado “día del Señor” (domingo), y que si se hiciese obligatoria la observancia de este día mejoraría en gran manera la moralidad social. Esto se sostiene especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica, donde la doctrina del verdadero día de reposo, o sea el sábado, se ha predicado con más amplitud que en ninguna parte. 

Las leyes dominicales honran a Roma

Cuando el protestantismo extienda la mano a través el abismo para asir la mano del poder romano; cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo; cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su Constitución como Gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y las seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca.

Así como el acercamiento de los ejércitos romanos fue para los discípulos una señal de la inminente destrucción de Jerusalén, así esta apostasía podrá ser para nosotros una señal de que se llegó al límite de la tolerancia de Dios.

Cuando el Estado haga uso de su poder para poner en vigor los decretos y sostener las instituciones de la iglesia, entonces el protestante Estados Unidos habrá formado una imagen del Papado y habrá una apostasía nacional que solo concluirá en la ruina nacional. 

Decreto de alcance global

Cuando Estados Unidos, el país de la libertad religiosa, se una con el Papado para forzar la conciencia y obligar a los hombres a honrar el falso día de reposo, los habitantes de todo país del globo serán inducidos a seguir su ejemplo.

La cuestión del sábado será el punto culminante del gran conflicto final en el que todo el mundo tomará parte.

El reemplazo de lo verdadero por lo falso es el último acto del drama. Dios se manifestará cuando esta sustitución llegue a ser universal. Cuando las leyes de los hombres sean exaltadas por sobre las leyes de Dios, cuando las potencias de esta Tierra traten de obligar a los hombres a guardar el primer día de la semana, sepan que ha llegado el tiempo para que Dios actúe. 

Obedecer a Dios antes que a los hombres

El pueblo de Dios reconocerá el Gobierno humano como una ordenanza divinamente designada, y por precepto y ejemplo enseñará la obediencia a ella como un deber sagrado, siempre y cuando su autoridad se ejerza dentro de su esfera legítima. Pero, cuando sus demandas entren en conflicto con las de Dios, debemos elegir obedecer a Dios antes que a los hombres. Debe reconocerse y obedecerse la Palabra de Dios como una autoridad que está por encima de toda legislación humana. El “Así dice el Señor” no debe desecharse por un “Así dicen la iglesia o el Estado”.

La corona de Cristo debe elevarse por encima de todas las diademas de los potentados terrenales. 

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir. 

Oración

Oremos para que podamos aceptar el verdadero sello de Dios en nuestra vida y para que permanezcamos firmes de parte del Señor en este gran conflicto.






Autora: Ellen G. White
Extraco de: Eventos de los últimos días
Fuente: http://www.adventistas.org/es/mujer/10-dias-de-ayuno-y-oracion/

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