Silver Spring, EEUU… [ASN] La motivación principal de integrar a cada miembro de la Iglesia en el programa Participación Total de los Miembros contribuyó a impulsar a la Iglesia Adventista del Séptimo Día a sobrepasar los 20 millones de miembros por primera vez en su historia.
La denominación llegó a 20.008.779 miembros al 31 de diciembre de 2016, un aumento líquido de 882.332 personas, o de 4.6%, en relación al año anterior, de acuerdo con el departamento de Archivos, estadísticas e investigaciones de la Asociación General (AG) de la Iglesia.
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El número de personas bautizadas el año pasado batió el record; llegó a 1,2 millón, incluyendo un número sin precedentes en Ruanda, 110 mil personas, mientras se establecían nuevos templos.
“Lo que estas estadísticas me dicen con relación a los esfuerzos de la Iglesia para cumplir su misión es que sus líderes, y cada vez más miembros, están colocando recursos considerables para alcanzar a otras personas para el reino de Dios, evalúa David Trim, director del departamento de Archivos, estadísticas e investigaciones de la AG”.
La Participación Total de los Miembros, implementado en 2016, es una iniciativa de la sede mundial adventista para incentivar a cada miembro a compartir activamente el evangelio en su comunidad. Los esfuerzos misioneros incluyen distribución de literatura, estudios bíblicos, clases de cocina, seminarios sobre salud, ferias de salud y reuniones de evangelismo público.
Papel individual
Reaccionando con el número de miembros nuevos, el presidente mundial de la Iglesia Adventista Ted N. C. Wilson, enfatizó la conexión entre el crecimiento y la integración de cada fiel. “La participación de los laicos en el ITM es muy importante para lo que vemos suceder”, analizó Wilson vía e-mail.
“Que nunca nos olvidemos del consejo del libro Testimonios para la Iglesia, t. 9, p. 95: “La obra de Dios en este mundo no podrá terminarse hasta que los hombres y las mujeres que componen la feligresía de nuestra iglesia se interesen en la obra y unan sus esfuerzos con los de los ministros y dirigentes de la iglesia”, destaca el líder.
Duane McKey, coordinador del ITM en la sede mundial adventista, refuerza que el crecimiento de miembros es “un indicio claro de que el programa está bendecido por Dios”. “Cuando toda la Iglesia está movilizada, como en Ruanda, cuando cada miembro esté haciendo algo, Dios estará presente y la bendecirá”, destaca.
Aumento récord
Las estadísticas indican que la Iglesia Adventista, fundada en 1863 con solo 3.500 miembros, está alcanzando un pico tras otro en el crecimiento de fieles. La denominación es testigo de un aumento récord en los últimos tres años, con 1.167.506 miembros nuevos en 2014, seguido por 1.260.880 en 2015, y 1.314.950 en 2016, recuerda Trim.
Organizada en 13 divisiones mundiales y dos campos anexos, la institución vio ocurrir el mayor crecimiento en la División Africana Centro Oriental, con 338.638 miembros nuevos (334.572 bautismos y 4.067 profesiones de fe), llegando a un total de 3.502.462 fieles. Su territorio incluye Ruanda, donde 110.476 personas fueron bautizadas después de meses de oración y de otros esfuerzos del ITM, que terminaron con las reuniones de evangelismo en más de dos mil lugares en mayo de 2016.
Conservación y discipulado
Trim señaló los niveles de récord continuo del establecimiento de congregaciones nuevas. Se establecieron un total de 2.655 templos el año pasado, o sea, una iglesia nueva cada 3.3 horas.
“Las estadísticas muestran que el foco de Misión Global sobre la plantación de iglesias está fructificando”, refuerza Gary Krause, director del departamento de Misión Adventista de la AG. “Yo diría que la plantación de iglesias continua siendo, por lo menos, uno de los factores principales, si no el principal, en la capacitación del crecimiento sustentado, a medida que los creyentes nuevos se nutren en el compañerismo mientras llegan a ser discípulos”.
En todo el mundo, la Iglesia Adventista tiene 154.710 congregaciones, que incluyen templos locales y grupos. Los líderes adventistas se alegran con el rápido crecimiento, pero también destacan que se deben hacer esfuerzos para nutrir a los miembros nuevos.
“Debemos recordar que la conservación y el fortalecimiento son el otro lado de la misma moneda, como el evangelismo”, alerta G. T. Ng, secretario ejecutivo de la sede mundial de la Iglesia.
Desafío
A pesar del crecimiento robusto de miembros informado el año pasado, 352.722 fueron separados debido a su remoción del cuerpo de fieles o por desaparición en las auditorías de la denominación. Esta fue la menor reducción desde 2006.
Un promedio de 584 mil personas fueron desglosadas anualmente en los últimos diez años, y si el mismo número hubiera sido sustraído en 2016, el total de miembros no habría llegado a los 20 millones.
“La lección espiritual aquí es que no deberíamos enceguecernos por los números al punto de buscar solo agregar, solo bautizar y no fortalecer a los miembros nuevos en una vida de discipulado activo”, analiza Trim. [Equipo Adventist Mission, Andrew McChesney]
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