"¡Preparaos! ¡Preparaos! ¡Preparaos!,
¡Oh necio y ciego laodicense! ¿Recordamos a Pedro, quien con solemnidad prometió falsamente que no negaría a su Señor? No deberíamos preferir humillarnos ante el inspirado testimonio del Señor que dice: “Vi que el residuo no estaba preparado para lo
que viene sobre la tierra .Un estupor, como letargo, parecía suspendido sobre el ánimo de la mayoría de aquellos que profesan creer que tenemos el último mensaje. Mi ángel acompañante exclamó con intensa solemnidad:
"¡Preparaos! ¡Preparaos! ¡Preparaos!,
porque la ardiente ira del Señor ha de manifestarse pronto. Ha de ser derramada sin mezcla de misericordia, y no estáis listos. Rasgad vuestro corazón y no vuestras vestiduras. Una gran obra tiene que ser hecha en favor del residuo. Muchos de los que lo
componen se espacían en pruebas menudas." Dijo el ángel: "Os rodean legiones de malos ángeles, y están tratando de esparcir sus espantosas tinieblas, a fin de apresaros en sus lazos. Permitís que vuestra atención sea distraída con demasiada facilidad de la obra de preparación y de las importantísimas verdades para estos días postreros.” Primeros Escritos, Pág.119.
¿No confesaremos nuestra infeliz condición delante del Señor, y
suplicaremos su gracia, perdón y verdad? Estamos en la necesidad de entender los puntos importantes de la verdad presente, para obtener una fortaleza genuina, para permanecer de pie en el tiempo de prueba que está justamente delante de nosotros. La profeta de Dios dice:
“En la última visión que me fue dada, me fue mostrado el hecho
estremecedor que solo una pequeña porción de los que ahora profesan la verdad será santificada por ella y salvada.”
Testimonies for the Church 1, p. 608
“Pronto los hijos de Dios serán probados mediante intensas pruebas, y muchos de aquellos que ahora parecen ser sinceros y fieles resultarán ser vil metal.”
Conflicto de los Siglos, Pág. 666/Testimonios Selectos 4, Obreros
para Dios
“El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos, ésta será nuestra prueba.”
Joyas de los Testimonios 2, Pág. 31
(1882)/ Testimonies for the Church 5, p. 136
que viene sobre la tierra .Un estupor, como letargo, parecía suspendido sobre el ánimo de la mayoría de aquellos que profesan creer que tenemos el último mensaje. Mi ángel acompañante exclamó con intensa solemnidad:
"¡Preparaos! ¡Preparaos! ¡Preparaos!,
porque la ardiente ira del Señor ha de manifestarse pronto. Ha de ser derramada sin mezcla de misericordia, y no estáis listos. Rasgad vuestro corazón y no vuestras vestiduras. Una gran obra tiene que ser hecha en favor del residuo. Muchos de los que lo
componen se espacían en pruebas menudas." Dijo el ángel: "Os rodean legiones de malos ángeles, y están tratando de esparcir sus espantosas tinieblas, a fin de apresaros en sus lazos. Permitís que vuestra atención sea distraída con demasiada facilidad de la obra de preparación y de las importantísimas verdades para estos días postreros.” Primeros Escritos, Pág.119.
¿No confesaremos nuestra infeliz condición delante del Señor, y
suplicaremos su gracia, perdón y verdad? Estamos en la necesidad de entender los puntos importantes de la verdad presente, para obtener una fortaleza genuina, para permanecer de pie en el tiempo de prueba que está justamente delante de nosotros. La profeta de Dios dice:
“En la última visión que me fue dada, me fue mostrado el hecho
estremecedor que solo una pequeña porción de los que ahora profesan la verdad será santificada por ella y salvada.”
Testimonies for the Church 1, p. 608
“Pronto los hijos de Dios serán probados mediante intensas pruebas, y muchos de aquellos que ahora parecen ser sinceros y fieles resultarán ser vil metal.”
Conflicto de los Siglos, Pág. 666/Testimonios Selectos 4, Obreros
para Dios
“El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos, ésta será nuestra prueba.”
Joyas de los Testimonios 2, Pág. 31
(1882)/ Testimonies for the Church 5, p. 136
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