¿Qué es la Abominación Desoladora?
Existe un principio teología para poder comprender las profecías, y es que la historia se repite, lo mismo que fue eso será (Eclesiásticos 1:9; 3:15).
La profecía de Mateo 24 posee un doble cumplimiento, se cumplió antes de la destrucción de Jerusalén, esto fue por los romanos en el año 70; y se volverá a cumplir a nivel mundial cuando Dios ejecute juicio sobre las naciones del mundo.
“Jesús no consideró por separado la destrucción de Jerusalén y el gran día de su venida. Mezcló la descripción de estos dos acontecimientos”. (DTG p.581),
“Sobre el monte de las Olivas, Cristo explicó los temibles juicios que habrían de preceder a su segunda venida: “Oiréis guerras, y rumores de guerras […]. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores”. Mateo 24:6-8. Aunque estas profecías se cumplieron parcialmente con la destrucción de Jerusalén, se aplican más directamente a los postreros días”.—Joyas de los Testimonios 2:351 (1899). – {EUD 19.2}
“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.” S. Mateo 24:15-16 RVR1960
Cuando Daniel profetizó esto, la ciudad de Jerusalén estaba en ruinas, esto era por la invasión de Babilonia en el año 586 a.C, esto lo encontramos en (2Cronicas 36:17-21). Juda fue llevada cautiva a Babilonia tal como profetizó Jeremías, que serían setenta años (Jeremías 25:12; cf Daniel 9:2). La causa de este castigo era por la apostasia abierta del pueblo, esas abominación que trajeron el desagrado de Dios las encontramos en (Ezequiel 8:1-16). La mayor abominación que culminó la lista era la adoración al sol (v.16).
La profecía de Daniel también hablaba de la reconstrucción de Jerusalén, después de los setenta años de cautiverio (Daniel 9:25), el templo se iba a reconstruir, pero al mismo tiempo se decía que un príncipe vendría y lo volvería a destruir (Daniel 9:26), este príncipe que vendría seria el general Tito, el general Romano que comando las tropas para sitiar a Jerusalén en el año setenta.
“Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.” Daniel 11:31 RVR1960
En esta profecía la abominación asoladora que profetizó Daniel era la destrucción de Jerusalén por los romanos, esto hizo que los sacrificios y el santuario cesarán, Roma quito el continuo para poner la abominación asoladora, la maldicion de Dios cayó en Jerusalén en el año setenta, esto fue por haber rechazado la teocracia y al Mesías. Lo interesante es que Dios había advertido a los discípulos sobre esta destrucción, no todos perecieron, Dios había dicho que cuando vieran está abominación que huyeran los los montes, y que el que estuviera en el monte no bajará a traer su capa.
“Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque éstos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.” S. Lucas 21:20-22 RVR1960
“Los discípulos de Cristo fueron advertidos acerca de la destrucción de Jerusalén. Los que se fijaron en la señal de la ruina inminente y huyeron de la ciudad escaparon a la destrucción. Así también ahora hemos sido advertidos acerca de la segunda venida de Cristo y de la destrucción que ha de sobrecoger al mundo. Los que presten atención a la advertencia se salvarán”. – {DTG 588.1}
¿En que consistía esa señal para salir a huir?
“Tan pronto como los estandartes del ejército romano idólatra fuesen clavados en el suelo sagrado, que se extendía varios estadios más allá de les muros, los creyentes en Cristo debían huir a un lugar seguro. Al ver la señal preventiva, todos los que quisieran escapar debían hacerlo sin tardar. Tanto en tierra de Judea como en la propia ciudad de Jerusalén el aviso de la fuga debía ser aprovechado en el acto. Todo el que se hallase en aquel instante en el tejado de su casa no debía entrar en ella ni para tomar consigo los más valiosos tesoros; los que trabajaran en el campo y en los viñedos no debían perder tiempo en volver por las túnicas que se hubiesen quitado para sobrellevar mejor el calor y la faena del día. Todos debían marcharse sin tardar si no querían verse envueltos en la ruina general”. – {CS 25.2}
“Espantosas fueron las calamidades que sufrió Jerusalén cuando el sitio se reanudó bajo el mando de Tito. La ciudad fue sitiada en el momento de la Pascua, cuando millones de judíos se hallaban reunidos dentro de sus muros. Los depósitos de provisiones que, de haber sido conservados, hubieran podido abastecer a toda la población por varios años, habían sido destruidos a consecuencia de la rivalidad y de las represalias de las facciones en lucha, y pronto los vecinos de Jerusalén empezaron a sucumbir a los horrores del hambre. Una medida de trigo se vendía por un talento. Tan atroz era el hambre, que los hombres roían el cuero de sus cintos, sus sandalias y las cubiertas de sus escudos. Muchos salían durante la noche para recoger las plantas silvestres que crecían fuera de los muros, a pesar de que muchos de ellos eran aprehendidos y muertos por crueles torturas, y a menudo los que lograban escapar eran despojados de aquello que habían conseguido aun con riesgo de la vida. Los que estaban en el poder imponían los castigos más infamantes para obligar a los necesitados a entregar los últimos restos de provisiones que guardaban escondidos; y tamañas atrocidades eran perpetradas muchas veces por gente bien alimentada que solo deseaba almacenar provisiones para más tarde”. – {CS 30.2}
“Millares murieron a consecuencia del hambre y la pestilencia. Los afectos naturales parecían haber desaparecido: los esposos se arrebataban unos a otros los alimentos; los hijos quitaban a sus ancianos padres la comida que se llevaban a la boca, y la pregunta del profeta: “¿Se olvidará acaso la mujer de su niño mamante?” recibió respuesta en el interior de los muros de la desgraciada ciudad, tal como la diera la Santa Escritura: “Las misericordiosas manos de las mujeres cuecen a sus mismos hijos! ¡Estos les sirven de comida en el quebranto de la hija de mi pueblo!” Isaías 49:15; Lamentaciones 4:10 (VM). – {CS 30.3}
EL PAPADO Y LA ABOMINACIÓN ASOLADORA.
La profecía de Daniel 7:8, nos dice que después de la caída de Roma se levantaría otro poder que atacaría al pueblo de Dios, después que Roma cayó en el 476, más adelante se levanta el papado, el cuerno pequeño se levantó en el año 538 culminando con su hegemonía con una herida de muerte (Apocalipsis 13:2),
Aquí se delinea aquí la obra maléfica del papado. Esta es la primera vez en que aparece esta expresión en el libro de Daniel, aunque hay palabras similares en la frase “con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador” (cap. 9: 27).
El papado impuso la abominación asoladora por más de 1260 años (Daniel 7:25), hecho por tierra el santuario celestial, y pisoteo la verdad de Dios (Daniel 8:11-13), quito el continuo para poner la abominación asoladora, el continuo eran los sacrificios que representaban a Cristo, simbólicamente el papado impuso un falso sistema de sacerdocio idolatra, para quitar la ministracion de Cristo en el santuario celestial (Hebreos 8:1-5), la misa y la confesión auricular, la invocación de los santos y María, todo esto es un ataque a la verdad de Dios. Por otro lado la persecución del pueblo de Dios por parte de la iglesia, se considera que fueron más de 50 millones de Cristianos que murieron en manos de la inquisición romana.
LA ABOMINACIÓN ASOLADORA EN EL TIEMPO DEL FIN
La profecía apocalíptica nos dice que a la bestia se le volverá a sanar la herida, esa herida que le suministró Francia en el año de 1798 llevando cautivó al papa pío VI, pero esa herida se le sanara (Apocalipsis 13:3,14),
¿De que manera lo hará?
Apocalipsis 13:11 dice que será una bestia con cuernos de cordero que habla como dragón, está bestia hace una imagen para que se adoré por la fuerza, está imagen es una unión de iglesia y estado (v.15,16), está bestia impone leyes por la fuerza, de lo contrario manda a matar, está bestia lo que hace es honrar a la primera bestia que tuvo la herida de muerte y sano.
“La profecía del capítulo 13 de Apocalipsis declara que el poder representado por la bestia de cuernos semejantes a los de un cordero haría “que la tierra y los que en ella habitan” adorasen al papado, que está simbolizado en ese capítulo por una bestia “parecida a un leopardo” […]. Esta profecía se cumplirá cuando los Estados Unidos hagan obligatoria la observancia del domingo, que Roma declara ser el signo característico de su supremacía […]. – {EUD 112.1}
Estados Unidos decreta una ley que honra a Roma, no hay mejor manera de honrará a Roma, y es imponiendo el domingo por la fuerza, una ley dominical honra a Roma, el signo de supremacía papal es la observancia del domingo como día de reposo.
La “marca” de la supremacía papal, por su propia admisión, es el culto de dominical: “El Domingo es nuestra “marca” de autoridad . . . .” (The Catholic Record, London, Ontario, September 1, 1923.)
“Fue la Iglesia Católica la cual, por la autoridad de Jesucristo, ha transferido este reposo [el sábado] a el domingo…Así pues, la observancia del domingo por los protestantes es un homenaje que ellos rinden, a pesar de ellos mismos, a la autoridad de la Iglesia [Católica]’. – Monseñor Louis Segur, Plain Talk About the Protestantism of Today (1868), p. 213, citado en Sunday Holiness, [‘Let There Be Light’ Ministries].
“En la actualidad la observancia del domingo no es la prueba. Vendrá el tiempo cuando los hombres no solo prohibirán trabajar en domingo, sino que tratarán de obligar a trabajar en sábado y apoyar la observancia del domingo o perder su libertad y su vida. Pero ese tiempo todavía no ha llegado, pues la verdad debe ser presentada más plenamente a la gente como testimonio”. – {MSV 182.5}
¿CUÁL ES LA SEÑAL PARA SALIR A HUIR?
“Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;” S. Mateo 24:20 RVR1960
En última instancia, será la ley dominical en los Estados Unidos: La señal para huir de las ciudades.
“No está lejano el tiempo en que, como los primeros discípulos, seremos obligados a buscar refugio en lugares desolados y solitarios. Así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue la señal para que huyesen los cristianos de Judea, así la asunción de poder por parte de nuestra nación [los Estados Unidos], con el decreto que imponga el día de descanso papal, será para nosotros una amonestación. Entonces será tiempo de abandonar las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en busca de hogares retraídos en lugares apartados entre las montañas.—Joyas de los Testimonios 2:165-166 (1885). – {EUD 104.4}
“No es ahora tiempo para que el pueblo de Dios fije sus afectos o se haga tesoros en el mundo. No está lejano el tiempo en que, como los primeros discípulos, seremos obligados a buscar refugio en lugares desolados y solitarios. Así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue la señal para que huyesen los cristianos de Judea, así la toma de poder por parte de nuestra nación [los Estados Unidos], con el decreto que imponga el día de descanso papal, será para nosotros una amonestación. Entonces será tiempo de abandonar las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en busca de hogares retraídos en lugares apartados entre las montañas. Y ahora, en vez de buscar costosas moradas aquí, debemos prepararnos para trasladarnos a una patria mejor, la celestial. En vez de gastar nuestros recursos en la complacencia propia, debemos buscar la economía”.—Joyas de los Testimonios 2:165, 166 (1885). – {DCC 31.1}
La abominación asoladora se volverá imponer, la iglesia romana volverá a perseguir al pueblo de Dios como lo hizo en la Edad Media ¿Estamos preparados para ese día?, Dios tenga misericordia de nosotros, hoy es fácil ser cristiano, pero vendrá un día que cada alma será probada. Es es el tiempo de reafirmar nuestra fe, pedir colirio del cielo y vestirnos con la justicia de Cristo.
Escrito Por Rafael Díaz
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