Vamos a leer el texto bíblico en el que se citan a los Nefilims:
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Éstos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre. Gen. 6: 4
Algunas traducciones tienen el término Nefilims como “gigantes”. La pregunta del lector se remite a los registros fósiles y podemos decir que no hay evidencia fósil de estos gigantes. No hay ningún descubrimiento, o cualquier hallazgo que podamos conectar con este texto. Hay mucha especulación que incluso produjo una serie en History Channel llamada “En busca de Gigantes”. Esta especulación puede inspirar nuestra imaginación, pero no podemos decir que existen estos fósiles e incluso si se encontraron.
Antes del diluvio la tierra era bastante diferente. Por el registro fósil vemos que existía un mega-fauna y un mega-flora. Sabemos que las condiciones climáticas, relieve, alimentación y otros factores eran totalmente diferentes. Teniendo en cuenta toda la información que tenemos del período ante-diluviano sabemos que los seres humanos eran diferentes. Vivieron más tiempo y eran sin duda mas grandes. Pero no tenemos en la mano este registro fósil humano.
El término Nefelim viene del hebreo נְפִלנ ְפִיל que significa desertores, caídos, derribados, pero este término es una variación del término נָפַל una forma causativa del verbo nafál o nefal (caer, quedar, derribar, cortar). Es decir, se refiere a la idea de dividido, defectuoso, caído, perdido, mentiroso, desertor. Literalmente, los que hacen que z otros caer o mentir.
Este pasaje trae mucha controversia. Si leemos los primeros versos nos encontramos con unos versos que pueden complicar nuestra interpretación.
Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antig:uedad fueron varones de renombre. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Gen. 6: 1-5
Algunos afirman erróneamente que los “hijos de Dios” eran ángeles caídos (demonios), que se relacionaron con las mujeres humanas y/o habitaban los cuerpos de los varones humanos y luego se relacionan con las mujeres humanas. Esta unión dio a luz a los niños, los Nefilims, que eran “valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre.” (Génesis 6: 4).
Los “hijos de Dios” no podrían ser ángeles, porque los ángeles son seres espirituales (Hebreos 1:14) y no tienen relaciones sexuales (Mt 22:30; Mc 12:25; Lc 20: 34-36). Si estudiamos el contexto (los capítulos próximos) de Génesis 6, vemos que los “hijos de Dios” eran los descendientes de Set, fieles a Dios (Gen 5) y las “hijas de los hombres” eran descendientes de Caín, rebeldes contra Dios ( Gen. 4: 1-24). Una vez que hubo esta unión entre los dos grupos, que fue condenada por Dios, sólo Noé y su familia permanecieron leales a Dios (Génesis 6: 8-10).
Si los hombres ante-diluvinos eran grandes, estos Neflins debieron ser aún mayores. Aguzando aún más nuestra imaginación. De acuerdo con las leyendas hebreas (el Libro de Enoc y otros libros no bíblicos), ellos eran una raza de gigantes y “super-héroes” que hicieron actos de maldad.
Todo lo que la Biblia dice directamente acerca de ellos es que eran “valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre.” (Génesis 6: 4). Los Nefilim no eran alienigenas, sino seres físicos y reales producidos a partir de la unión de los hijos de Dios y las hijas del hombre (Génesis 6: 1-4). Hay que tener cuidado de no utilizar los textos cuestionables, no canónicos para apoyar nuestras explicaciones. También hay que tener cuidado de no crear problemas teológicos con el resto de las escrituras en nuestras interpretaciones.
Existieron más gigantes después del diluvio, como vemos en Génesis 6: 4 nos dice, “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después “. Sin embargo, es probable que fuera en una escala mucho menor que antes del diluvio. Cuando los hijos de Israel reconocieron la tierra de Canaán, dijeron a Moisés: “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.” Sin embargo, este pasaje no dice específicamente que eran los Nefilim de quien estaban hablando, sólo que los espías creyeron ver los Nefilim. Es más probable que los espías fueron testigos de grandes personas en Canaán y creían erróneamente que eran Nefilims. (Josué 11: 21-22; Deuteronomio 3:11; 1 Samuel capítulo 17).