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domingo, 19 de febrero de 2017

La Iglesia de Dios en Los Últimos días

Posted: 17 Feb 2017 

El pueblo de Dios guarda sus mandamientos

Tengan todos cuidado de no hacer declaraciones contra el único pueblo que está cumpliendo la descripción que se da del pueblo remanente que guarda los mandamientos de Dios, [y] tiene la fe de Jesús... Dios tiene un pueblo distinto, una iglesia en la Tierra, que no es inferior a ningún otro, sino superior a todos en su capacidad de enseñar la verdad y vindicar la Ley de Dios... Hermano mío, si usted está enseñando que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, está equivocado.

Tienen el testimonio de Jesús

A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última amonestación al mundo se extiende, resulta más importante para los que aceptan la verdad presente tener una clara comprensión de la naturaleza y la influencia de los Testimonios, los cuales, en su Providencia, Dios vinculó con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo nacimiento.

Los hombres pueden valerse de un medio tras otro, y el enemigo tratará de seducir a las almas para apartarlas de la verdad, pero todos los que crean que el Señor ha hablado por medio de la Hna. White y le ha dado un mensaje estarán seguros frente a los muchos engaños que vendrán en estos últimos días.

La misión distintiva de los adventistas

Los adventistas del séptimo día han sido elegidos por Dios como pueblo peculiar, separado del mundo. Con el gran instrumento de la verdad, los ha sacado de la cantera del mundo y los ha relacionado consigo. Ha hecho de ellos representantes suyos, y los ha llamado a ser sus embajadores durante esta última fase de la obra de salvación. Les ha encargado que proclamen al mundo la mayor suma de verdad que se haya confiado alguna vez a seres mortales, las advertencias más solemnes y terribles que Dios haya enviado alguna vez a los hombres.

En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella.

La autoridad especial de la Iglesia de Dios

Dios ha investido a su iglesia con especial autoridad y poder que nadie puede sentirse justificado de desatender o despreciar, porque al hacerlo desprecia la voz de Dios.

Dios ha otorgado a su iglesia el más elevado poder bajo el Cielo. Es la voz de Dios en su pueblo unido como iglesia, la cual debe ser respetada.

No se necesita una nueva iglesia

El Señor no le ha dado un mensaje para que diga que los adventistas del séptimo día son Babilonia, y para que inste al pueblo de Dios a salir de ella. Todas las razones que usted sea capaz de presentar no pueden pesar en mi ánimo con relación a esto, porque el Señor me ha dado una información específica que se opone a tal mensaje...

Sé que el Señor ama a su iglesia, la cual no ha de ser desorganizada ni dispersada en átomos independientes. No existe la menor lógica en esto, ni hay la más mínima evidencia de que ocurrirá tal cosa.

Les digo, hermanos míos, el Señor tiene un cuerpo organizado por medio del cual él trabaja... Cuando alguien se está apartando del cuerpo organizado, del pueblo que guarda los mandamientos de Dios; cuando comienza a pesar la iglesia en
su balanza humana y a pronunciar juicios contra ella, pueden saber que Dios no lo está dirigiendo. Está en el camino equivocado.

Dios pondrá todo en orden

No hay necesidad de dudar ni de temer que la obra no tenga éxito. Dios encabeza la obra, y él pondrá en orden todas las cosas. Si hay que realizar ajustes en la plana directiva de la obra, Dios se ocupará de eso y enderezará todo lo que esté torcido. Tengamos fe en que Dios conducirá con seguridad hasta el puerto el noble barco que lleva al pueblo de Dios.

¿No tiene Dios una iglesia viva? Él tiene una iglesia, pero es la iglesia militante, no la iglesia triunfante. Lamentamos que haya miembros defectuosos, que haya cizaña en medio del trigo... Aunque existen males en la iglesia, y los habrá hasta el fin del mundo, en estos postreros días la iglesia ha de ser luz para un mundo que está contaminado y corrompido por el pecado. La iglesia, debilitada y deficiente, que necesita ser reprendida, amonestada y aconsejada, es el único objeto de esta Tierra al cual Cristo concede su consideración suprema.

La iglesia militante es imperfecta

La iglesia militante no es la iglesia triunfante, y la Tierra no es el cielo. La iglesia está constituida por hombres y mujeres falibles, imperfectos, que no son sino aprendices en la escuela de Cristo para ser instruidos, disciplinados, educados, para esta vida y para la vida futura, inmortal.

Algunas personas parecen pensar que al entrar en la iglesia se cumplirán sus expectativas, y hallarán solamente personas puras y perfectas. Son celosas en su fe, y cuando ven faltas en los miembros de la iglesia dicen: “Nosotros abandonamos el mundo para no tener ninguna asociación con individuos malos, pero el mal se halla aquí también”; y preguntan, como los siervos de la parábola: “¿De dónde, pues, tiene cizaña?” (Mat. 13:27). Pero no necesitamos chasquearnos así, pues el Señor no nos autoriza a sacar la conclusión de que la iglesia es perfecta; y todo nuestro celo no nos permitirá tener éxito en lograr que la iglesia militante sea tan pura como la iglesia triunfante.

La iglesia triunfante

La obra pronto ha de terminar. Los miembros de la iglesia militante que han demostrado ser fieles integrarán la iglesia triunfante.

La vida de Cristo era una vida llena con un mensaje divino del amor de Dios, y él ansiaba intensamente impartir este amor a otros en una rica medida. Su semblante resplandecía de compasión, y su conducta se caracterizaba por la gracia, la humildad, la verdad y el amor. Cada miembro de su iglesia militante debe manifestar las mismas virtudes si quiere unirse a la iglesia triunfante.

Oración:

Oremos para que podamos formar parte del movimiento que Dios levantará en los últimos momentos de este mundo.



Autora: Ellen G. White
Extraco de: Eventos de los últimos días

sábado, 18 de febrero de 2017

La Trinidad

¡Por qué Sí Creo en la Trinidad! 

No creo en la Trinidad! Esa fue la conclusión de algunos pioneros adventistas. De hecho, las preguntas sobre la Trinidad continuaron durante 87 años. Lo mismo está sucediendo hoy en día. ¿La historia se repite? ¿Dios es una Trinidad? ¿Eso es realmente importante? ¿No dicen las Escrituras: ‘Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.’? (Deuteronomio 6: 4, cf. 4-9; 11:13-21; Nm 15:37-41).
¿Que perderíamos si Dios fuera una sola persona? En primer lugar, Cristo no podría ser nuestro Salvador. Fue necesario que el Espíritu Santo lo llevara a María. Fue necesario que el Padre respondiera las oraciones de Cristo y le diese la ayuda que necesitaba. Así podemos ver la importancia de la Trinidad para nosotros. Nuestra vida eterna depende de esta verdad.

El Señor nuestro Dios es Uno

¿Por qué, entonces, Dios dice: “El Señor nuestro Dios, el Señor uno es”? En el antiguo cercano Oriente, hubo numerosas deidades que rodearon y amenazaron a Israel. Dios sabía que su pueblo sería atraído por estos dioses y lo abandonarían. En este contexto, El dice, “Jehová es Dios” (“No hay otro” – Deuteronomio 4:39). Es por eso que el prefacio de los Diez Mandamientos declara: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre… No tendrás dioses ajenos delante de mí.” (Ex 20: 2, 3) . Sólo el verdadero Dios podía salvarlos a través del poderoso rescate en el Mar Rojo! Las palabras “no hay otro” se refieren a la singularidad de Dios, no a la unicidad.
La palabra “uno” se utiliza para traducir dos palabras hebreas: yahîd (único, único hijo, Génesis 22: 2) y ‘ehad (los que son unidos por el matrimonio “serán una sola carne”, Génesis 2:24). “El Señor nuestro Dios, el Señor uno es” se traduce como ‘ehad que quiere decir que Dios no está solo, aunque es único (sin igual). Esto sugiere que Dios está unido o es más de una Persona. Las Escrituras declaran que Dios es amor (1 Juan 4: 8-16). Antes del inicio de cualquier creación, hubo una eternidad donde Dios ha existido como el amor. Dios no puede ser amor si estaba solo, ¿pues a quien amaría? Es necesario más de uno para amar. Por lo tanto, la naturaleza de Dios requiere que Él sea más de una persona.

Alusiones a la Trinidad en el Antiguo Testamento

Las escrituras a menudo indican que Dios es más de uno. La pluralidad se indica en los siguientes textos: “Entonces dijo Dios: Hagamos (plural) al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26). Después de la entrada del pecado en el mundo, “Y dijo Jehová Dios (singular): He aquí el hombre es como uno de nosotros (plural), sabiendo el bien y el mal;”(Génesis 3:22). En respuesta a los constructores de la Torre de Babel, Dios (singular) dijo: “Ahora, pues, descendamos, y confundamos (plural) allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.” (Génesis 11: 7). Isaías dijo: “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? (plural)”(Isaías 6: 8) Al concentrarse en un Dios que mantiene a su pueblo lejos de los muchos dioses, Él les permitió vislumbrar que un Dios es más que una Persona. Esto realmente es una dimensión diferente. Si Dios fuera una sola persona, quien habría gobernado el universo cuando Cristo estaba en la tierra, ¿en donde estaba Dios cuando Cristo estaba en la tumba?
Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres Personas coeternas. Dios es inmortal, omnipotente, omnisciente, por encima de todo y siempre presente. Él es infinito y más allá de la comprensión humana, pero conocido por su auto-revelación. Es eternamente digno de reverencia, adoración y servicio por toda la creación. (Deuteronomio 6: 4; Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Efesios 4: 4-6, 1 Pedro 1: 2; 1 Tim 1:17; 14: 7)
Las Escrituras describen la divinidad como Dios el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Te voy a dar una lista de ejemplos poderosos: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (GN1: 1) y creó el universo a través de su Hijo (Hebreos 1: 1, 2). Después de la muerte de Cristo, “se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Hebreos 1: 3). El padre le dijo: “Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;” (versículo 8). El Padre, llamó a Cristo de Dios (cf. Jn 1: 1-3, 14) Pablo advirtió a los Efesios:  “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios” o por actos o palabras (Ef 4:30). Pedro le dijo a Ananías: “por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo” (Hechos 5: 3), y haciendo eso “No has mentido a los hombres, sino a Dios.” (versículo 4).

Las Escrituras interpretan las Escrituras

Algunos dicen que la Trinidad es explícita sólo en el Nuevo Testamento, no el Antiguo Testamento. Un buen ejemplo es el Padre hablando con Cristo en su bautismo y el Espíritu Santo descendiendo sobre él como una paloma (Mt 3:16, 17). Otro ejemplo es la comisión evangélica, enviando a sus hijos a bautizar en el nombre de los tres (Mt 28:19). Un tercer ejemplo es el final de la segunda carta de Pablo a los Corintios: “ La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” (2 Corintios 13:14). Está claro que el Nuevo Testamento enseña acerca de la Trinidad.
Hay, sin embargo, mucho más de lo que la gente piensa acerca de la Trinidad en el Antiguo Testamento. Cuando las Escrituras interpretan las Escrituras, nos encontramos con que el Antiguo Testamento contribuye a nuestro tema. En Lucas 4:18, 19, Cristo lee Isaías 61: 1 y 2, y al hacerlo, reconoce que los versos hablan de su misión. En otras palabras, Cristo hace Su comentario sobre estos versos de Isaías, alegando que hablan de la Trinidad: “El Espíritu (Espíritu Santo) de Jehová el Señor (Padre) está sobre mí (Hijo)” (Isaías 61: 1).
Existen varios textos de Isaías, donde la Trinidad es explícita. Los tres ejemplos siguientes: En primer lugar, en Isaías 42: 1 leemos: “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.” Dios el Padre está hablando acerca de su Hijo, a quien dará su Espíritu Santo. El Nuevo Testamento concuerda con este pasaje de Isaías que se cumplió en el ministerio de sanidad de Jesús (Mt 12: 15-21), que fue enviado por el Padre (Juan 3:16, 17) y con el poder del Espíritu Santo “(Mt 03:16 17; Lucas 4:18). En segundo lugar, Isaías 48:16 declara: “Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió (Hijo) Jehová el Señor (Padre), y su Espíritu (Espíritu Santo).”. Tercero: Isaías 63: 7-16 se refiere a “el ángel de su faz los salvó” (verso 9, Cristo), su santo Espíritu (verso 10) y el Padre (versículo 16).
Si estuviera abandonado en una isla y sólo podía tomar un libro de cada uno del Antiguo y Nuevo testamentos, elegiría Isaías y Juan. Encontramos la Trinidad en ambos. El Antiguo Testamento habla del amor de Dios tanto como el Nuevo Testamento. Isaías 53 es uno de los mejores capítulos de la Biblia sobre el amor del Salvador por nosotros. Isaías presenta la Trinidad más claramente que cualquier otro escritor del Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento nos da evidencia de que Dios no cambia (Malaquías 3: 6), un concepto que se repite en el Nuevo Testamento: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hb 13, 8). .
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se aman y, al hacerlo, cada uno ama a Dios y al prójimo (cf. Mt 22: 37-40). Este amor es eterno y recíproco en su historia y desborda para entrar en las vidas humanas de manera que podamos reflejar este amor, en cierta medida, por Dios y por los demás. Un Dios solitario no podría ser un Dios de amor. Que Trinidad inmpresionante!
Por Norman R. Gulley un profesor e investigador en teología sistemática en la Universidad Adventista del Sur, Collegedale, Tennessee, EE.UU.

viernes, 17 de febrero de 2017

El Justo por la Fe Vivirá

Creo que Dios no me Protege 

Frecuentemente recordamos las maravillosas promesas de la Biblia, como el Salmo 91, especialmente los versículos 11:12: “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra” Alguna vez se preguntó: ¿Dónde están esos Ángeles?

Cinco Tragedias personales

Betty, mi esposa y yo estuvimos involucrados en cinco accidentes de automóviles con lesiones graves en todos ellos:
1. El primero ocurrió en una noche cuando estaba de rodillas en la oscuridad, tratando de poner las cadenas en los neumáticos de nuestro carro, mientras que Betty sostenia una linterna. De repente, un coche se deslizó por la pista haciéndome volar por la parte trasera de nuestro coche. Yo estaba muy lastimado en el accidente. Mientras estaba acostado en la cama del hospital, no pude evitar pensar: ¿Por qué los ángeles no me protegieron?
2. En una carretera de grava, el coche dio varias vueltas antes de aterrizar sobre un lecho de rocas. Betty y yo estábamos heridos y el coche completamente destruido, pero nuestra mayor preocupación eran nuestros hijos. Ronald, de tres años, no se quejaba de nada. Pero Harvey, de un año, resultó gravemente herido, y no dejaba de llorar. La ayuda médica más cercana estaba a más de 300 kilómetros, y los dos siguientes días nadie podía llegar allí. Piense en cuanto nos estresamos y nos preocupamos! ¿Dónde estaban los ángeles?
3. Viajábamos en una calle principal, cuando de repente un coche vino de la calle transversal y alcanzo nuestra puerta derecha donde Betty estaba sentada. Imagínese cómo se lesionó! Y nuestro coche se volvió un depósito de chatarra. El conductor del otro vehículo, dijo que el sol lo eclipsó. ¿Por qué, entonces, los ángeles no nos protegieron?
4. Estabamos yendo en carro para la casa en una carretera de montaña, cuando se empezó a nevar – la primera nevada de la temporada. Al llegar a una estrecha franja de la carretera donde había un acantilado de una lado y una montaña del otro, un coche se deslizó y nos dio de frente. Betty fue gravemente herida, pero incluso yo cojo, pude ver si había alguien herido en el otro coche. Las dos ancianas que estaban allí dijeron que fuimos una respuesta a sus oraciones, porque impedimos que cayeran al acantilado.
Pero ¿por qué, entonces, no los ángeles nos protegieron?
5. En el último accidente, una camioneta grande que nos golpeo en el lado del conductor, hiriendo gravemente a Betty y a mi, dejándome incapaz de trabajar. Para empeorar las cosas, el otro conductor tenia un seguro mínimo; así que tuvimos que utilizar gran parte de nuestros ahorros para cubrir los gastos de automóvil.
¿Por qué ocurrió esto? ¿DONDE están esos tales ÁNGELES??

Comprendiendo las promesas

A menudo escuchamos historias maravillosas en que realmente vemos la protección de Dios. Pero cuando revisamos nuestra vida, a veces parece que esta protección no existe. ¿Será que los ángeles ayudan a algunos hijos de Dios mas que a otros? ¿Será que ayudan en ciertos lugares y horarios apenas?
¿Y qué decir de David, que probablemente escribió el Salmos que nos ocupa? El huyó durante muchos años, para salvar su vida, ¿verdad? Y Jesús, después de su bautismo, fue llevado al desierto, estando sin alimentos y agua durante cuarenta días? Irónicamente, el propio enemigo citó el Salmo 91 a Él: “Si eres el Hijo de Dios”, dijo a Jesús: “échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra”(Mateo 4: 6).
Tenga en cuenta, sin embargo, que algo faltaba en lo que dijo el enemigo. “Cuando Satanás citó la promesa ‘a sus ángeles mandará acerca de ti” (Mateo 4: 6), omitió las palabras: “Que te guarden en todos tus caminos” (Salmo 91:11); es decir, en todas los caminos elegidos por Dios “(Ellen G. White, El Deseado de todas las gentes, p. 125). “Reconócelo en todos tus caminos”, dice la Biblia, “y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3: 6).

Permitido por Dios

Ese camino “elegido por Dios” no nos garantiza una vida fácil, pero si su protección y cuidado.
Tenga en cuenta estas palabras de aliento: “Cristo vivía rodeado de la presencia del Padre, y nada le aconteció que no fuese permitido por el Amor infinito para bien del mundo. Esto era su fuente de consuelo, y lo es también para nosotros. El que está lleno del Espíritu de Cristo mora en Cristo. El golpe que se le dirige a él, cae sobre el Salvador, que lo rodea con su presencia. Todo cuanto le suceda viene de Cristo. No tiene que resistir el mal, porque Cristo es su defensor. Nada puede tocarlo sin el permiso de nuestro Señor; y “todas las cosas” cuya ocurrencia es permitida “a los que aman a Dios…, les ayudan a bien” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 62).
Este permiso de Dios es evidente en la vida de Job. Cuando Satanás quería tentarle con pruebas, Dios impone los límites. Así fue con Cristo, cuando en el huerto de Getsemaní, imploro por alivio. Dios trata con nosotros en términos de tiempo y eternidad. Satanás siempre está tratando de destruirnos y Cristo nos advirtió que estaríamos frente a las dificultades. Pero Dios va a usar toda prueba para construir nuestro carácter.
En Romanos 5: 1-5, Pablo explica. No deberíamos simplemente disfrutar de la paz y la seguridad que provienen de la relación de fe con Cristo, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, “sabemos que el sufrimiento produce perseverancia;  la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.  Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.”
Elena de White lo expresó así:”El hecho de que somos llamados a soportar pruebas demuestra que el Señor Jesús ve en nosotros algo precioso que quiere desarrollar.”(el Ministerio de Curación, pág. 373).
Y el ángel de Jehová acampa, sí, alrededor de los que le temen, y los defiende (ver Sal 34: 7; Jr. 29:11). El Dios eterno, sin duda, es nuestro refugio “Y acá abajo los brazos eternos” (Dt 33:27).
Tengamos buen ánimo. Las divinas promesas de cuidado y la protección son seguras. Escuche las palabras del último pasaje (Jeremías 29:11): “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.“(Isaías 41:10).

jueves, 16 de febrero de 2017

EL TIEMPO DE GRACIA TERMINARÁ SIN ADVERTENCIA

COLECCIÓN:
Espíritu de Profecía
LIBRO:
¡MARANATA: EL SEÑOR VIENE!
CAPÍTULO:
EL TIEMPO DE GRACIA TERMINARÁ SIN ADVERTENCIA
BÚSQUEDA:
ultimo tiempo

"Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche."(1 Tes. 5: 1, 2). 

Los justos y los pecadores estarán viviendo aún sobre la tierra en su estado mortal: los hombres estarán plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes de que arriba, en el santuario celestial, habrá sido pronunciada la decisión final e irrevocable. Antes del diluvio, después que Noé entró en el arca, Dios lo guardó allí, y dejó a los impíos afuera, pero la gente, ignorando que su condena estaba determinada, prosiguió por siete días más en su descuido, en su vida amante de placeres, y se mofaron de las advertencias del juicio inminente. "Así" dice el Salvador, "será la venida del Hijo del Hombre". La hora decisiva que fijará el destino de cada hombre, el retiro final de la misericordia ofrecida a los culpables, vendrá silenciosa, inadvertidamente, como ladrón en la noche. (Nota: RH, 9-11-1905.*) 

Los hombres se están dejando adormecer en una seguridad fatal y sólo despertarán cuando la ira de Dios se derrame sobre la tierra. (Nota: CS, 618.*) 

Cuando al fin del tiempo, el Señor se encamine hacia la tierra para ejecutar su juicio, las temidas plagas comenzarán a caer. Entonces, los que menospreciaron la Palabra de Dios, los que la estimaron livianamente, errarán de mar a mar, de norte a sur, irán de aquí para allá buscando la Palabra del Señor y no la hallarán. . . Los ministros de Dios habrán realizado su última obra, ofrecido sus últimas oraciones, derramado su última amarga lagrima en favor de una iglesia rebelde y un pueblo impío. (Nota: M 1, 1857.*) 

La vista de Jesús, al mirar a través de las edades, se fijó en nuestro tiempo cuando dijo: "¡Si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!" Este es aún tu día, oh iglesia de Dios, a quien él ha hecho la depositaria de su ley. Este día de oportunidad y gracia está llegando a su fin. El sol se está ocultando rápidamente. ¿Podría ocurrir que se esté ocultando y tú no conozcas "lo que es para tu paz"? ¿Habrá de pronunciarse la irrevocable sentencia, "mas ahora está encubierto de tus ojos"?"mas ahora está encubierto de tus ojos"? (Luc. 19: 42).263 (Nota: Carta 58, 1887

http://elrretornodelrey.blogspot.cl/2017/02/el-tiempo-de-gracia-terminara-sin.html

Habla Como Dragón

No hay una comunicación directa con Dios para la absolución de los pecados

Entrevista con el padre Hernán Jiménez, confesor en Santa María la Mayor de Roma
Por José Antonio Varela Vidal
ROMA,  En su reciente discurso a la Penitenciaría Apostólica, el papa insistió en que “la nueva evangelización parte también del confesionario”, porque solo quien se ha dejado renovar profundamente por la Gracia divina, puede llevar en sí mismo y por tanto anunciar, la novedad del Evangelio.
En este contexto cuaresmal, ZENIT entrevistó al padre Hernán Jiménez, confesor de la basílica Santa María la Mayor de Roma, quien forma parte de una antigua tradición que confió a la orden dominica el encargo de atender a los penitentes de uno de los cuatro templos papales. Y les recuerda a los turistas y fieles que pueden confesarse en alguna de las muchas lenguas modernas –y antiguas como el latín–, que ofrecen como servicio los hijos de santo Domingo de Guzmán.
Parece que en estos días de Cuaresma hay una mayor afluencia de personas que acuden al sacramento de la reconciliación…
–P. Jiménez: Hay mucha afluencia porque con motivo de la Pascua los cristianos quieren reconciliarse con el Señor. La Iglesia les recuerda que tienen la posibilidad de retomar el camino al Padre que espera al hijo, que reconoce haberse equivocado y regresa a pedirle perdón, como hijo. Este es el tiempo mas favorable para nuestra conversión.
¿Por qué la Cuaresma es un tiempo privilegiado para acudir a este sacramento?
–P. Jiménez: Porque a través de la oración, de la penitencia moral, mas que corporal, las obras de caridad nos hacen participar más íntimamente a la pasión y a la resurrección del Señor. Es una preparación a la Pascua, que nos hace tomar conciencia de la necesidad de reconocernos amados por Dios, nuestro Padre. Porque todo cristiano creyente debe vivir y sentir la necesidad de su conversión.
¿Dios perdona siempre? ¿Acaso Dios perdona todo?
–P. Jiménez: Dios como padre bueno, compasivo y misericordioso perdona siempre todas nuestras faltas y pecados. Dios perdona todo si el hombre humildemente se reconoce pecador, como dice Mateo 18, 21 y siguientes.
¿Cada cuánto tiempo debe confesarse un católico?
–P. Jiménez: Por lo general con mucha frecuencia y en manera particular una vez en el año y posiblemente en Pascua. Es decir, depende del grado de conciencia en la relación con Dios: más conciencia se tiene de la presencia de Él, más fuerte es la necesidad de pureza. Más se vive junto con el Señor con el espíritu de fe, mucho más buscamos vivir nuestra vida con gran rectitud.
¿Cuál es la mejor forma de prepararse para la confesión?
–P. Jiménez: Haciendo el examen de conciencia sobre los mandamientos, los preceptos de la Iglesia, el precepto de la caridad fraterna. Y también con todos nuestros deberes de cristianos, como verdaderos creyentes y practicantes.
Hoy ya no se manda solo rezar como penitencia, sino también hay acciones, diríamos ‘de resarcimiento’, ¿es esto oficial, es decir, estas pueden reemplazar a las oraciones mismas?
–P. Jiménez: Las obras de caridad remplazan muy bien la oración, porque el resarcimiento o restitución es una obligación de justicia.
¿Existe acaso la confesión “directa con Dios”, tal como argumentan algunos? ¿Cuál es la diferencia de esa práctica con el sacramento de la Reconciliación?
–P. Jiménez: Con Dios hay una comunicación directa con la oración y la meditación interior, pero nunca la remisión de los pecados. Según el mandato del Señor, solamente los apóstoles y sus sucesores, los sacerdotes, lo hacen.
¿Cuál es la base bíblica del perdón de los pecados ejercida por un sacerdote frente a un penitente? ¿Él actúa en nombre de Dios o lo hace por su propio poder de consagrado?
–P. Jiménez: La base la encontramos en los Evangelios, en Juan 20, 22-23. El sacerdote actúa en el nombre de Dios y lo hace por el mandato de la Iglesia que recibe en la ordenación sacerdotal. El sacerdote remite todo pecado con la formula: “… en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
¿Ya los apóstoles se confesaban?
–P. Jiménez: No tenemos ningún documento ni tampoco en los evangelios, pero se deduce por la debilidad de nuestra naturaleza. Ellos eran también como los demás, pobres hombres y pecadores.
¿Desde cuándo empezó la confesión en la Iglesia, tal como la conocemos hoy?
–P. Jiménez: Desde los primeros tiempos de la Iglesia en que era pública. Después, en el siglo IV empezó a ser privada o auricular.
¿Desde qué edad y hasta cuándo está mandado que un católico se confiese?
–P. Jiménez: En cualquier edad. Pero la Iglesia aconseja practicarla con la primera comunión. Y, hasta que tenga uso de razón, porque debe ser consciente de su vida moral y de creyente.
El papa Benedicto XVI dijo que a los enfermos hay que llevarles la confesión siempre. ¿Se puede pecar cuando uno está sufriendo, postrado en una cama?
–P. Jiménez: Es para la serenidad y la tranquilidad de la conciencia y para darle sostén, fuerza y consuelo en el sufrimiento corporal.
El que no está casado por la Iglesia, ¿puede confesarse?
–P. Jiménez: No, puede porque vive en estado de pecado.
¿De qué modo el sacramento de la reconciliación podría ser un elemento importante para la nueva evangelización querida por el Papa?
–P. Jiménez: La reconciliación es muy importante e indispensable para todo cristiano, especialmente en este periodo histórico en que el pueblo busca alejarse de los sacramentos. Y porque a través de la toma de conciencia, reconociendo con gran humildad la miseria y la debilidad de su naturaleza humana delante de Dios y de los demás, lo hace más humano y sensible al otro y de un modo especial a ese Otro que es Dios.
Es una antigua tradición que los confesionarios de la basílica papal Santa María la Mayor de Roma estén a cargo de los padres dominicos, ¿no?
–P. Jiménez: Es una antigua tradición desde la fundación de la Penitenciaria Apostólica hecha por el papa Pio V, quien en 1568 la confió a los padres Dominicos.
Vemos que las personas se pueden confesar en varias lenguas con ustedes…
–P. Jiménez: En latín y en todas las demás lenguas modernas. Se busca cubrir la mayor parte de los idiomas con mucha diligencia y preocupación apostólica.
¿Cuántas horas confiesa usted al día? ¿Lo hace todos los días de la semana?
–P. Jiménez: Todos estamos dedicados en este ministerio de la Reconciliación por lo menos 23 horas semanales. Depende del día, con un día y medio de descanso semanal.
Se dice que los confesores tienen una ‘terapia’ para no ‘cargarse’ con tantos pecados que escuchan… ¿Necesita usted de ese tipo de ayudas?
–P. Jiménez: Para nada. Todos, con gran espíritu de fe y generosidad fraterna, realizamos esta misión apostólica. No hay ninguna terapia, la única es la reconciliación con Dios a través de su misericordia y perdón.
¿Quiénes se confiesan más, los hombres o las mujeres? ¿Los mayores o los más jóvenes?
–P. Jiménez: Todas la categorías de personas sin ninguna distinción. Muchos son jóvenes, mujeres y los mayores.
A nivel general, ¿podría decirnos con qué angustias y dolores acuden hoy las personas a confesarse?
–P. Jiménez: La angustia es por los pecados cometidos y salen con mucha paz interior y gozo espiritual. Y también influyen los problemas de nuestra sociedad actual, como la soledad, la falta de trabajo, falta de recursos económicos, entre otros.
Se dice que los papas se confiesan seguido, y que el beato Juan Pablo II lo hacía semanalmente… ¿Benedicto XVI ha seguido esta práctica?
–P. Jiménez: Claro, como todo cristiano y buen pastor de la Iglesia universal: nadie es impecable y perfecto en este mundo. También el papa actual se confiesa regularmente.
¿Qué le diría a algunos de nuestros lectores, que no se animan a confesarse aún en esta Cuaresma?
–P. Jiménez: A confrontarse humildemente con la palabra de Dios y seguir toda inspiración divina para llegar a una autentica vida de conversión. Aprovechando toda ayuda que el Señor en su paciente misericordia pone a nuestro alcance. Es decir, no privarse de una válida ayuda para sus vidas que es espiritual y moral.

sábado, 11 de febrero de 2017

El Gran Engaño y La Venida en 2031


¿Es Cierto que Jesús viene en el año 2031? 


La locura de poner fechas para la segunda venida de Cristo no ha terminado, siguen levantándose grupos fanáticos, supuestamente iluminados por Dios para poner fechas al retorno de Jesus.
A pesar de las advertencias y el peligro con respecto a poner fechas, estos grupos espurios siguen manipulando textos bíblicos y citas de Elena White para apoyar sus falsas enseñanzas.
El argumento que mayormente usan es el tema de los 6000 años, ellos sostienen que cuando Elena White menciona los 6000 años, se está refiriendo al periódico de purificación de la tierra y la retorno de Cristo. Ellos dicen que los 6000 años terminan el 2031. Pero Elena White nunca escribió sobre los 6000 años para usarlos para poner fechas para el retorno de Cristo, ella uso aproximados para que recalcar una verdad y un evento que gira alrededor de la cita, y no para pronosticar fechas. Eso lo notamos en el contexto.
Por ejemplo un predicador puedo usar este mismo principio a la hora de estar predicado, podemos decir que la tierra tiene más de seis mil años, o que el diluvió fue casi cuatro mil años atrás; o podemos decir que Cristo vino a la tierra hace 2000 años aproximadamente; pero tampoco debemos de pensar que el predicador lo está haciendo con el sentido de poner una fecha.
Notaremos que en la mayoría de casos Elena White usa el término “casi”, “cerca” “más” “unos” “durante” etc..
“La Gran controversia entre Cristo y Satanás, sostenida desde hace CERCA DE SEIS MIL AÑOS está por terminar; y Satanás redobla sus esfuerzos para hacer fracasar la obra de Cristo en beneficio del hombre y para sujetar las almas en sus lazos. Su objeto consiste en tener sumido al pueblo en las tinieblas y en la impenitencia hasta que termine la obra mediadora del Salvador y no haya más sacrificio por el pecado”. – {CI 18.1}
“La continua transgresión del hombre durante CASI SEIS MIL AÑOS ha producido enfermedad, dolor y muerte. Multitudes están pereciendo por falta de conocimiento. – {CM 453.2}
“Los pies del Hijo de Dios pisaron el suelo de la tierra. Por espacio de MAS DE SEIS MIL AÑOS la tierra con sus bellezas y sus dones para la subsistencia han dado testimonio del amor del Creador”. – {CNS 171.3}
“El hombre salió de la mano de su Creador perfecto en su estructura y hermoso en su forma. El hecho de que DURANTE SEIS MIL AÑOS haya soportado el peso siempre creciente de la enfermedad y el crimen, es una prueba concluyente del poder de resistencia del cual fue dotado. Y aun cuando los antediluvianos generalmente se entregaron al pecado en forma irrefrenada, pasaron más de dos mil años antes que la violación de las leyes naturales produjera consecuencias sensibles. Si Adán no hubiera poseído originalmente un poder físico mayor que el que los hombres tienen ahora, la raza se habría extinguido”. – {CRA 139.1}
“Pero a medida que la iglesia se va acercando a su liberación final, Satanás obrará con mayor poder. Descenderá “teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Apocalipsis 12:12. Obrará “con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos”. 2 Tesalonicenses 2:9. POR ESPACIO DE SEIS MIL AÑOS esa inteligencia maestra, después de haber sido la más alta entre los ángeles de Dios, no ha servido más que para el engaño y la ruina. Y en el conflicto final se emplearán contra el pueblo de Dios todos los recursos de la habilidad y sutileza satánicas, y toda la crueldad desarrollada en esas luchas seculares. Durante este tiempo de peligro los discípulos de Cristo tienen que dar al mundo la amonestación del segundo advenimiento del Señor; y un pueblo ha de ser preparado “sin mácula, y sin reprensión” para comparecer ante él a su venida. 2 Pedro 3:14. Entonces el derramamiento especial de la gracia y el poder divinos no será menos necesario a la iglesia que en los días apostólicos. – {CS 13.3}
“Los espíritus niegan la divinidad de Cristo y hasta ponen al Creador en el mismo nivel que ellos mismos. Bajo este nuevo disfraz el gran rebelde continúa llevando adelante la guerra que empezó en el cielo y que se prosigue en la tierra desde hace UNOS SEIS MIL AÑOS. – {CS 540.3}
“El gran conflicto siguió su curso DURANTE SEIS MIL AÑOS; el Hijo de Dios y sus mensajeros celestiales lucharon contra el poder del maligno, para iluminar y salvar a los hijos de los hombres. Ahora todos han tomado su resolución; los impíos se han unido enteramente a Satanás en su guerra contra Dios. Ha llegado el momento en que Dios ha de vindicar la autoridad de su ley pisoteada. Ahora el conflicto no se desarrolla tan solo contra Satanás, sino también contra los hombres. “Jehová tiene una contienda con las naciones”; “y en cuanto a los inicuos los entregará a la espada”. – {CS 638.1}

EL PELIGRO DE PONER FECHAS

Lo que estudiamos anteriormente está en perfecta armonía con otras citas, en donde la misma autora prohíbe usar números para poner fechas, ella enfatiza que las ultima fecha profética que tiene que ver con tiempo fue 1844, después de esta no existe otra fecha que este revelada a los mortales.
“Si usted lleva el yugo de Cristo, si soporta su carga, verá que hay mucho que hacer en armonía con los siervos de Dios en la obra de predicar a Cristo y a Cristo crucificado. Pero cualquiera que empiece a proclamar un mensaje para anunciar la hora, el día o el año de la aparición de Cristo, ha tomado sobre sí un yugo y está proclamando un mensaje que el Señor nunca le ha dado”. – {TM 61.1}.
“Usted no podrá decir que él [Jesús] vendrá dentro de uno, dos o cinco años, ni tampoco tiene que postergar su venida diciendo que tal vez no ocurra por diez o veinte años.—The Review and Herald, 22 de marzo de 1892”. – {EUD 32.3}
“Muchos de los que tomaron el nombre de adventistas han incurrido en el error de fijar fechas para la venida de Cristo. Lo han hecho repetidas veces, pero el resultado ha sido cada vez el fracaso. Se nos declara que el tiempo definido de la venida de nuestro Señor está fuera del alcance de los mortales. Aun los ángeles que ministran a los que han de ser herederos de la salvación no conocen ni el día ni la hora. “Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo”. Mateo 24:36.—Joyas de los Testimonios 1:506 (1879). – {EUD 32.1}
Los eventos proféticos deben de ocurrir cuando Dios lo diga, sin embargo debemos evitar ser pronosticadores o fijar fechas. Elena G. de White advierte:
“Se me ha advertido repetidamente con respecto a la fijación de fechas. No volverá a haber (desde 1844) un mensaje para el pueblo de Dios que esté basado en una fecha. No podemos saber el tiempo definido para el derramamiento del Espíritu Santo o la venida de Cristo”. RH, 22 de Marzo de 1892.
Dios no le da a ningún hombre un mensaje de que pasarán cinco o diez o veinte años antes de que concluya la historia de esta tierra. El no quiere darle a ningún ser viviente una excusa para demorar la preparación para su venida. El espera que nadie diga, como lo hizo el siervo infiel: “Mi señor tarda en venir”, porque esto conduce a un descuido temerario de las oportunidades y privilegios para prepararnos para ese gran día”.—The Review and Herald, 27 de noviembre de 1900. – {EUD 33.1}

En otro cita advierte de este peligro:

“Ni está contemplado en la providencia de Dios que cualquier hombre finito que emplee un instrumento, que haga cómputos con números, símbolos o signos, pueda saber con ningún grado de exactitud el tiempo de la venida del Señor”. Ms 9, 1891.

El deber de la iglesia es predicar el evangelio, no pronosticar fechas:

«Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.» Hechos 1:6-8 RVR1960